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Suchixtlahuaca, al rescate de sus suelos

Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

SAN CRISTÓBAL SUCHIXTLAHUACA.- La lucha contra la desertificación viene desde la cima del páramo. El buldózer baja pesadamente abriendo surcos que servirán para la retención de agua de lluvia. La cuchilla parte la roca y deja ver su interior blanquecino, polvoriento y yermo.


El paraje conocido como Yachi es una enorme extensión cubierta de barrancas excavadas por aguas broncas. La vida pareciera haber muerto de sed. Un desierto en la mixteca alta de Oaxaca.


Desde aquella cumbre, el paisaje es un plano estéril con apenas unos manchones de verde marchitados por el sol que todos los días se desploma como fuego. Poco antes del medio día el viento exhala con fuerza. Levanta polvaredas que todo lo cubren con un talco blanco.


Fortino Islas Domínguez, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, y los integrantes del comité realizan labores para la recuperación de suelos y reforestación.


Gigante desafío




Fortino Islas frente a una zanja trinchera que permite la captación de agua para alimentar el suelo. FOTO: Emilio Morales Pacheco

-La problemática es muy fuerte. ¡Mire nada más!, este suelo está devastado. Está estéril. Lo que buscamos es restaurarlo- Fortino lo sentencia con seguridad de dar batalla en la lucha contra la desertificación. La vista hace pensar que la labor está destinada al fracaso, pero el ejemplo de Suchixtláhuaca muestra que, en esta lucha de gigantes, es posible obtener la victoria en el rescate de los suelos.


-¿Suchixtlahuaca siempre ha sido así, o se fue degradando la tierra?- La máquina sigue abriendo zanja trinchera, las cuales son utilizadas para captar agua de lluvia y permitir que ésta penetre al suelo para la recarga de mantos freáticos.


- No, esto se fue degradando a través de los años. Anteriormente aquí vivió gente, antes de la llegada de los españoles. Aquí vivieron los chocholtecos. Las partes más altas eran los barrios. Con el tiempo la población de estos lugares fue desapareciendo.


Aunque no tienen la certeza de que la migración de aquellas colonias se haya debido a la desertificación, han encontrado vestigios que apuntan a la presencia de vida y agua en abundancia en lo que hoy es un espacio infértil.


Los relatos de los pobladores más antiguos afirman que en donde está asentada actualmente la población era una laguna que, al paso de los años, la deforestación y degradación de los suelos, la secaron.


Erosión de la mixteca, problema de interés mundial




Las barrancas son abiertas por las aguas broncas. FOTO: Emilio Morales Pacheco

El 86 por ciento del territorio en Oaxaca presenta algún grado de degradación de suelos que va desde ligero a extremo. Otro 27 por ciento en la entidad enfrenta desertificación, es decir pérdida de humedad en el suelo, afirma la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en base a un estudio realizado en 2013 en coordinación con la Universidad Autónoma de Chapingo.


Aunque la problemática es global, la mixteca oaxaqueña es un punto con mayor degradación en el país, incluso está considerado un laboratorio mundial debido a la presencia de suelos endurecidos y cárcavas profundas (barrancas generadas en laderas por efecto del agua en un tiempo relativamente corto).


Ante este desafío, desde hace varias décadas los pobladores de Suchixtlahuaca, municipio que forma parte de esa realidad, emprendieron acciones de recuperación de suelos, sin lograr muchos resultados, sin embargo, en la última década, destelló un brote de esperanza.


Un bosque en medio del páramo




Eduardo Cruz bajo la esperanza de recuperar los suelos. FOTO: Emilio Morales Pacheco

El camino que recorre el paraje el hormiguero está abierto sobre terrenos con rocas sueltas como si miles de toneladas de cascajo hubieran sido depositadas en el lugar. Pareciera que no hay posibilidades de que la vida pueda florecer entre las rocas.


Un ligero olor que caracteriza a la navidad anuncia la presencia de un pequeño bosque que crece desafiando al desierto.


Eduardo Cruz Gaytán, secretario de bienes comunales, conduce lentamente hasta internarse entre los pinos de cinco años de edad.


“Este era un lugar exactamente igual al paraje Yachi, hasta peor: barrancas y sin vida. Aquí ya se logró, sólo hay que cuidarlo de la entrada de animales como los chivos”, afirma el hombre quien tiene en la recuperación de suelos su fuente de empleo.


Las acciones de reforestación arraigaron a sus pobladores ya que a través de programas como Pronafor o Compensación Ambiental que opera la Conafor, se crean fuentes de empleo que abren un nuevo abanico de oportunidades y diversifica las actividades productivas centradas actualmente en el comercio.


Trabajos de rescate




El bulldozer va abriendo en el suelo una serie de surcos que permite reducir la compactación con lo cual se recupera la porosidad de las diferentes capas del suelo. FOTO: Emilio Morales Pacheco

Los trabajos consisten en el subsoleo. El bulldozer va abriendo en el suelo una serie de surcos que permite reducir la compactación con lo cual se recupera la porosidad de las diferentes capas del suelo. Otras acciones son la colocación de muros de piedra acomodada para detener la tierra que es arrastrada por las lluvias. Asimismo, la colocación de zanja trinchera y zanja bordo, en las cuales queda almacenada el agua de lluvia que poco a poco penetra para hidratar la tierra.


Eduardo, quien también es campesino, explica que la pérdida de los suelos fue disminuyendo la disponibilidad de agua en la población pues sin zonas con cubierta vegetal las lluvias sólo degradan y siguen de largo.


“Estamos viendo parte de los resultados. Uno de los veneros que abastece a la población se ha mantenido gracias a la captación de agua que está realizando este pequeño bosque.


Aunque los trabajos para la recuperación de suelos han sido exitosos, una nueva amenaza asecha. Con este año -expone- suman tres consecutivos con poca lluvia. Si la sequía se extiende, el trabajo realizado sobre otro punto del paraje hormiguero podría arruinarse.


Debido a que las lluvias del 2016 no fueron suficientes, los pinos sembrados en el lugar son pequeñas ramas ocres que buscan sobrevivir al clima.


Paradójico "llano de flores"


San Cristóbal Suchixtlahuaca, se sitúa en la Mixteca Alta y pertenece al distrito de Coixtlahuaca. En el lugar habitan 349 personas quienes tienen en el comercio y la agricultura de autoconsumo sus actividades preponderantes.


La población fue fundada antes de la conquista y etimológicamente el nombre de la población significa llano de las flores, al menos un 60 por ciento de su territorio presenta algún grado de degradación o pérdida de suelo, de acuerdo con cálculos de la autoridad comunal.


Bajo el enfoque de Organización de las Naciones Unidas (ONU) la desertificación es la degradación continua de tierras -clasificadas en áridas, semi áridas, sub húmedas secas- y pérdida de humedad en el suelo. Esta problemática está relacionada directamente con la degradación que es la pérdida de capacidad del suelo para sustentar vida y en consecuencia pérdida económica.


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