Pasar al contenido principal
x

VIDEO| Piedrazos que llegan al corazón, pasando por el estómago

Foto(s): Cortesía
Redacción

Un antojo, una botana, un tentempié… todas las ciudades de todos los lugares del mundo tienen algún alimento rápido y peculiar con el que se resuelven los apremios del apetito mañanero y vespertino para poder aguantar hasta la comida o la cena.


En Oaxaca existe una botana de nombre singular que se ha conservado a través del tiempo sin variar sus características y su peculiar sabor. Nos referimos a los “Piedrazos”, que no son sino trozos de pan crujiente, servidos con un escabeche de cebolla y verduras.




El pan del “Piedrazo” se tuesta y se endurece en el horno, después se guarda en una gran bolsa y el vendedor los va sacando conforme los clientes los van pidiendo. Se sirven en una pequeña bolsa de plástico y se les agregan los demás ingredientes, es decir, la cebolla y las verduras en vinagre, papitas, zanahorias, un poco de queso fresco, sal y chile.






Los puestos de “Piedrazos” de la capital oaxaqueña se colocan en distintas partes: en el atrio de la Iglesia de la Soledad y en algunas calles de los alrededores, pero uno que es muy famoso es el que, desde hace años, se pone diariamente en la esquina del andador Alcalá con la calle Matamoros.


Ahí se venden, no sólo los tradicionales piedrazos, sino también las frutas y las verduras en vinagre, que son otro de los tesoros oaxaqueños. 

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.