Fitness: sacrificio criminal
“¡Pero qué sacrificio Dios mío!”, recuerda que imploraba Irene Colmenares cuando su hijo Omar Montes llegaba a casa cansado y sin fuerzas para recostarse en el sillón. Así, sin poder más terminaba de entrenar.
“A veces no quería saber más de la rutina, pero yo lo impulsaba, incluso con tono molesto para motivarlo y subiera nuevamente a seguir con las duras cargas de preparación”, relata Laura, la novia de Omar.