Pasar al contenido principal
x

Socorristas de Oaxaca, "por el amor a servir". 24 de junio, día del Socorrista

Foto(s): Cortesía
Redacción

“El servir a la sociedad es algo que traes en la sangre, muchos nacen en Cruz y se van a grupos de rescate o siguen en otras instituciones o inician en grupos de auxilio y llegas a la Cruz Roja, pero el servir a la ciudadanía es algo muy bonito”, indicó el Coordinador de Socorros de la Cruz Roja Mexicana, Moisés Santiago Robles.


Con 24 años de estar apoyando a la ciudadanía, hoy lamentan que las colectas no son como antes, aumentan los accidentes, pero la ciudadanía ya no apoya como antes y por ello no se obtiene el recurso necesario para seguir operando una institución tan noble.


Los integrantes de la Cruz Roja Mexicana festejaron su día el pasado sábado con una misa y una cena y después continuar con su jornada de labor para atender a la ciudadanía.


 



Manuel Quintas Canseco, voluntario en Cruz Roja, lo lleva en la sangre al ser inculcado por su padre.

 


¿Cómo fue su inicio de socorrista?


.- Fue pura coincidencia, hace muchos año, fue en 1994 cuando un amigo que estaba en Brigada Delta, un grupo voluntario de rescate me invitó a una guardia y me gustò, por eso cuando me enteré que en Cruz Roja había cursos, decidí ingresar y durante un año estuve aprendiendo.


¿La ciudadanía sigue apoyando?


.- Las colectas definitivamente han bajado, el recurso que deja las colectas es mínimo, desde el 2006 ha bajado mucho, hace 15 años era diferente y en primera yo entiendo que es la economía, porque a pesar de que las personas ven a diario a la Cruz Roja trabajando, hay una resistencia por apoyar y por eso ha cambiado porque ya no tienen la costumbre de apoyar.


 


“La ciudadanía si apoya, pero es menos que antes y es para todos, pero también influye que muchos andan pidiendo en la calle, hasta para organizar la fiesta de la colonia se ponen a botear y eso ha hecho que pierdan la credibilidad en la instituciones



 


-¿Ya no cultura de donativos?


- Ha bajado la cultura de donativos, pero cada día hay más accidentes, hay menos cultura de protección, las personas no se cuidan y los servicios de salud están mal, tardan horas en recibir un paciente y eso repercute en nosotros.


-¿Y su primer servicio cual fue?


- Al salir de la escuela de socorros, mi primer servicio fue un choque de un camión tipo volteo y un taxi en la carretera a Etla, cerca de Viguera, la vía era de dos carriles y todos los del taxi murieron, excepto un niño, se salvó al quedar protegido por dos cuerpos.


-¿Qué sintió en ese momento?


- Se siente feo, es la primera y te pones a pensar, estudias un año para que llegues y no puedas salvar a las personas, pero vas agarrando sangre fría y tener valor para enfrentar el panorama.


 


Santiago Robles dijo que no se desanimó, porque su siguiente servicio fue algo bonino, ver nacer a un niño. “Ahí entendemos que hay vida, que tienes sentimientos encontrados, pero que puedes ayudar y entregamos al niño y su mamá en el hospital muy bien”.


El jefe de socorristas precisa que a 24 años ya se siente un poco cansado, pero contento porque hay nuevas generaciones y por lo cual trata de compartir la experiencia y sus conocimientos.


 



Con diferentes grupos, la Cruz Roja Mexicana trabajando.


 


MENOS VOLUNTARIO


Sin embargo, -dijo- sentirse preocupado porque la ciudadanìa es un poco extraña, “nos critican, nos señalan, nos culpan, cuando no la tenemos, es de otras instancias y tambièn porque se va terminando el voluntariado.


 


-¿No hay muchos socorristas?


- Cuando yo inicié eran unos 180 socorristas o paramédicos, hoy somos unos 80 que pueden ir, pero una o dos guardias a la semana y si no fuera porque hay paramédicos pagados, no podríamos atender los servicios.


 


Expresó que los grupos de rescate si apoyan, pero es en los fines de semana cuando ellos pueden y es lógico, ellos tienen que obtener recursos para vivir y en sus ratos libres acuden para ayudar y cubrir servicios.
 


CAPACITACIÓN


-¿Y hay mejor capacitación?


- Cuando inicié había capacitación, pero ahora hay más y lo imparten instituciones internacionales, como la Asociación Mexicana del Corazón, la asociación americana de trauma, el problema es que son caros.


 


Si alguien quiere saber o estar mejor preparado tiene que invertir, tiene que pagar sus cursos.


El jefe de socorristas precisó que se dedicó a capacitarse y es operador de unidades de socorro e instructor en extracción vehicular, por lo cual acude en forma constante a brindar cursos a otros estados.


 


-¿A los paramédicos les interesa capacitarse?


- A todos, pero muchos no cuentan con los recursos. Aquí en Cruz Roja, el 75% estudia otros cursos, como enfermería o para ser médicos, entonces pagan sus cursos, pero los voluntarios que su actividad principal es otra, acuden a los cursos básicos nadamás.


-¿Qué opina de los grupos voluntarios?


- Yo en lo particular los respeto, porque ellos surgieron por un gusto y quizás no hayan tenido la oportunidad de servir en una institución, pero lo hace en los grupos, que son muy buenos.


 


Y agregó que han cambiado mucho, hace 20 o 15 años llegaban a un accidente y gasta se agarraban a golpes por ver quien se llevaba el paciente, hoy todos son respetuosos y consideró que los grupos voluntarios son necesarios y por ello les mandó una felicitación en su día.


 


Toda una vida, ayudando a la ciudadanía


Desde el año 2009, Apolinar González Canseco empezó a ayudar a la ciudadanía y hasta hoy, sigue con la misma misión.


 


Yo inicié en Tijuana (Baja California) y después regresé a Oaxaca y empecé con la ambulancia con el grupo voluntario Halcones y llevó más de 18 años apoyando, brindando servicio a la ciudadanía de Oaxaca, y cada día cooperan menos, pero seguimos.



 


Durante el tiempo que González Canseco lleva atendiendo servicios ha visto de todo, sin embargo su misión es ayudar y no se ha doblegado.


 


Ahorita ya somos seis integrantes, tenemos dos unidades y vamos a continuar.



 


Para Apolinar, el día del socorrista fue uno más de trabajo al acudir a un jaripeo a los Valles Centrales, con la finalidad de auxiliar a las personas.


 


VER SUFRIR A LOS NIÑOS, DOLOROSO


Manuel Quintas Canseco, desde niño visitaba la Cruz Roja, pero fue en 1987 cuando decidió ingresar a la institución a la cual sigue apoyando, a pesar de sus múltiples ocupaciones.


 


De chavito iba con mi papá, Agustín Quintas Castellanos (QEPD), porque él siempre fue socorristas con su hermano, Gabriel Raymundo Quintas Castellanos, pero ya en 1987 realicé mi curso de socorrista y empecé y ahora soy operador de la unidad de socorro.



 


Quintas Canseco, indicó que acudir los fines de semana a su guardia como voluntario y ha visto pasar a muchas generaciones, varios de ellos que se encuentran en Caminos y Puentes Federales, en el servicio del Aeropuerto y otras.


 


-¿Algo que recuerdes?


-Me acuerdo que en 1991, llevaba  poco tiempo y nos tocó acudir a San Nicolás Yaxe, Ocotlán por dos personas que se pelearon a machetazos y ahí en la ambulancia traíamos a los dos.


-¿Y la ciudadanía sigue apoyando?


- La ciudadanía ha cambiado mucho,  vemos más antisociales, no me importa al vecino, se está deshumanizando mucho, pero es por las cosas que pasan a nivel mundial, donde ya no creen y por eso son muy desconfiados y no ayudan.


-¿Cual es lo más triste que hayas visto?


- A mi en lo personal me entristece cuando  hay un niño, y en una volcadura de un autobús de Flecha del Zempoaltepec en la carretera a Ixtlán fallecieron dos señoras y en la ambulancia traía a dos niños, pero murieron su mamá y su abuelita. Ahí no sabes que decir cuando te preguntan por ellos, es algo muy triste, muy doloroso y otro fue hace unos 15 años, un jefe de prensa acudió a cubrir unas elecciones y volcó en El Camarón, en la carretera al Istmo, falleció el papá y los dos niños se salvaron y también, ¿cómo les dices que su papá falleció?.

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.