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"Los actores perversos", un homenaje al terror por José Adiak

Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

José Adiak Montoya (1987), el novelista y cuentista nicaragüense, afincado en la Ciudad de México, comparte en entrevista exclusiva de dónde surge la necesidad de homenajear a los personajes de las novelas negras que leyó en su adolescencia. A los 6 años se hizo lector y su gusto descomunal por la literatura de terror es una manifestación homenajeada en su nuevo libro “Los actores perversos” (Seix Barral).

Publicada recientemente, esta novela es muy distinta a las novelas anteriores del escritor. El tono gótico y de terror sobre el que está establecida hace referencia a dos aspectos de José Adiak Montoya; uno, a su entusiasmo por el género y otro para tomar distancia de los temas sociales y políticos que había abordado en sus libros anteriores. 

“Era el género que más leía cuando era adolescente y sigo siendo un lector empedernido de este tipo de historias y novelas, no sólo en la literatura, sino también en el cine. Este libro es una forma de dar, hacer honor y justicia a ese lector que fui y que sigo siendo; y tratar de llevarlo al territorio de la creación, como autor”, cuenta. 

-¿De dónde surge “Los actores perversos”?

-Esta novela significó regalarme la libertad de que esté totalmente fundada en el reino de la imaginación para no tener límites ni márgenes qué respetar o transgredir. No estar atado a un tema específico, a una realidad, ni a un tiempo específico, ni época ni lugar, no se habla de años o países. 

"Quería regalarme como autor esa libertad absoluta de no pensar en no estar haciendo las cosas en un marco que tengo que respetar, ya sea social, histórico o político, darme aquellos placenteros días de libertad lectora y quería hacer eso como autor e intentar que alguien que se acerque a la novela, tenga esa misma sensación que yo sentía de niño cuando me acercaba a estos libros".

-¿A qué edad comenzaste a leer y cómo encontraste el gusto en este tipo de literatura?

-Desde niño me acerqué a este tipo de literatura por alguna providencia macabra que no puedo explicar. Comencé a leer a los 6 años; el primer libro que cayó en mis manos fue “Robinson Crusoe”, de Daniel Defoe y otros libros de carácter aventuresco de Julio Verne o Jonathan Swift; esas primeras lecturas que potencian mucho esa concepción y esa idea del viaje, a través de la literatura, como el hecho de fugarse y estar en otro lado, de vivir aventuras.

"Luego tuve esa atracción hacia lo macabro, me comienzan a interesar 'Drácula' y 'Frankenstein', novelas góticas del siglo 19, que por cierto están presentes dentro de la novela. (Spoiler alert)

"En 'Los actores perversos' hay muchos homenajes que para el lector que se haya acercado a esas novelas los va a reconocer. Están presentes: 'El fantasma de la ópera', H.P. Lovecraft, 'Frankenstein' y sobre todo una novela de Víctor Hugo, que se llama 'El hombre que ríe', la cual es el punto de partida de la nueva novela de José Adiak y que se menciona como tal dentro del libro, para potenciar el mensaje de que vayan cometiendo acciones y empujen la trama". 

-¿Qué rodeó tu proceso de escritura en esta novela, cuándo y dónde la escribiste?

-El libro salió el mes de abril y lo escribí en el último año y medio. Tiene un contexto muy interesante: hace más de 10 años lo tenía concebido completamente, la historia, personajes, qué es lo que iba a ocurrir, cómo iba a finalizar y prácticamente lo tenía todo en mi cabeza; simplemente que cuando me sentaba a escribir este libro, sentía que no tenía las herramientas técnicas para poder contarlo, sentía que me hacía falta músculo de cierta forma para poder contar técnicamente la historia que quería contar. 

"Prácticamente hace unos años me sentí más listo para este libro, ya era demasiado tiempo en la cabeza haciéndome ruido, así que ya era hora de sacarlo. Me vi orillado a desembarazarme de esta historia y a eso se aunó -de manera acertada- que me dieron una residencia de parte de la Fundación para las Letras Mexicanas, para escribir en la Casa Estudio Cien años de Soledad -que es la casa en la que Gabriel García Márquez escribió esta novela, en San Ángel, en la Ciudad de México-".

-¿Te consideras creyente de las historias de terror o sólo las llevas a la literatura?, ¿te pasó algo ahí? 

-Escribí este libro a finales del 2021  y principios del 2022; pasé el fin de año ahí. Sí, me han pasado cosas y he visto cosas, pero todo es resultado de la mente. Soy bien escéptico en este sentido. 

"Sin embargo, pienso que siempre son reales en la medida que se toman como metáforas en la literatura, en el cine… Estos hechos los considero metáforas para exponer cosas de la condición humana que tal vez están muy ocultas en nosotros, pero que sí están presentes dentro de nosotros como seres humanos. 

"Pero sí, he tenido una cuota de contactos escalofriantes, pero pienso que todo está en un desbalance químico del cerebro" (ríe).



De qué va “Los actores perversos”

En las inmundas y peligrosas callejuelas de un mercado que se ha tragado poco a poco la ciudad, viven tres monstruos: Gottwald, Levert y León hallaron cobijo con un viejo ciego tallador de máscaras, quien, desconociendo que uno tenía cola, el otro escamas y el tercero estaba cubierto de pústulas, los amó por igual como un padre. Pero una mañana, los hermanos marginados encuentran un libro que los descoloca: la historia de Gwynplaine, el hombre marcado a punta de cuchillas con una eterna sonrisa y al que venerarán como el dios que los guiará en su venganza contra la sociedad que los ha desterrado.

Abrevando de la literatura clásica gótica y de los mejores exponentes del terror, en “Los actores perversos”, unos seres desdichados y una hermosa e ingenua cineasta serán trastocados por la tragedia de “El hombre que ríe”, en una provocadora novela sobre la monstruosidad y lo que nos hace tanto diferentes como irremediablemente humanos.

 

Conócelo

José Adiak Montoya nació en Managua, Nicaragua, en 1987. Es autor del libro “Eclipse: prosa y poesía” (2007); de las novelas “El sótano del ángel” (2010), que ha sido material de estudio en las principales universidades de su país; “Un rojo aullido en el bosque” (2016); “Lennon bajo el sol” (Tusquets, 2017); “Aunque nada perdure” (Seix Barral, 2020) y “El país de las calles sin nombre” (Seix Barral, 2021). 

En 2012 se le otorgó en México una residencia iberoamericana de creación por parte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y, en 2015, resultó ganador del III Premio Carátula de Cuento Centroamericano y se le otorgó una residencia literaria en la MEET en Francia. La revista Granta lo incluyó en 2021 en la lista de los 25 mejores autores jóvenes en español.

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