RANCHERÍA EL ROSARIO, SANTA MARÍA PEÑOLES, Oaxaca.- Cuando le fue entregada su vivienda, hace tres años, a través de un programa impulsado por la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu), doña Cristina pensó haber alcanzado el anhelo de su vida: una vivienda digna y segura para abrigarse durante su vejez.
Bastó la caída de las primeras lluvias para que la casa mostrara sus defectos y el sueño de Cristina hiciera trizas.
El proyecto original establecía la construcción de una vivienda con dos recámaras, sala-comedor y un baño ecológico establecido a un costado de las habitaciones, dentro de la misma área de construcción; sin embargo, la obra fue entregada sin baño y con detalles que la volvieron inhabitable durante época de lluvia.
Doña Cristina Martínez, de 66 años de edad, vive en lo alto de la ranchería El Rosario, ubicada a cinco kilómetros de la cabecera municipal. En un lugar la Sedatu empotró una casa de tabicón hueco por donde el agua se cuela hasta formar hilachos.
Es tal la filtración que la mujer asegura que, si se deja una chancla en el piso, es arrastrada por el agua hacia afuera de la vivienda.
Al llegar el mes de junio se ve obligada a adaptar la cocineta de carrizo como habitaciones debido a que guarda menos humedad que las “viviendas dignas”.
“Aquí se llena de agua. Y ya no nos quedamos ahí. Nos vamos a la cocina o a otro cuarto de adobe que tenemos. Ponemos nuestros petates y ahí nos dormimos”, explica mientras realizar una pausa frente al comal en donde prepara una salsa verde y tortillas, que constituyen su único alimento.
Las casas construidas a través de programas de la Sedatu son edificadas con materiales endebles. FOTO: Carlos Hernández López
Además de las filtraciones a la vivienda, el baño ecológico quedó sin construir. No fue entregada la taza ni el mingitorio, además de que no se construyó la cámara de compostaje. El baño es un cuarto vacío con una puerta en lo alto.
7 mil 877 habitantes
85.5 por ciento del total de la población en pobreza
38.1% pobreza moderada
47.4% pobreza extrema
38.6% de la población en rezago educativo
Bajos ingresos veto a vivienda digna
En Santa María Peñoles el ingreso percápita es menor a los diez pesos diarios. La venta de carbón y leña son las únicas fuentes de empleo para las familias conformadas en promedio por 5.6 personas.
Patrocinio es un joven padre de familia de 25 años quien durante un año completo prestó servicio como topil. Debido a que así lo requiere el cargo, durante 15 días cumple una jornada de 09:00 a 17:00 horas sin paga alguna. Los otros 15 días de “descanso” los usa para la elaboración de carbón.
Cada costal es vendido en 90 pesos y, por acuerdo municipal, sólo se le permite la comercialización de 15 costales al mes, apenas suficientes para obtener ingresos por 1 mil 350 pesos.
De aquél ingreso, Patrocinio ahorra 200 pesos al mes para pagar el préstamo de 8 mil 500 pesos que solicitó para cumplir con la cuota establecida por la Sedatu para ser beneficiario del programa de vivienda.
De esta manera le restan 1 mil 150 pesos que debe administrar para solventar el gasto de un mes para cinco personas que conforman la familia: él, su esposa, su hijo, su madre y padre.
Liquidar su adeudo tomará a Patrocinio ocho años. “No hay de otra, se tiene que pedir prestado por aquí o por allá porque de otra manera no es posible construir una casa”.
En Peñoles predomina la pobreza
Fidel Pérez Ramírez, ex presidente municipal durante el trienio 2013-2016, explicó que durante su trienio fue imposible la construcción de viviendas a través de la Sedatu ya que la dependencia solicitó 50 mil pesos por beneficiario para ejecutar el programa.
Peñoles se ubica en los Valles Centrales de Oaxaca en colindancia con la mixteca. FOTO: Carlos Hernández López
“Sedatu explicó que hubieron irregularidades con la administración pasada, por ello no nos respondieron positivamente. Ya nos habían autorizado 100 viviendas pero resulta que cada beneficiario tenía que poner alrededor de 50 mil pesos y eso es lo que no tenemos”, explica mientras continúa en las labores de cierre de administración.
Para Pérez Ramírez esta política gubernamental representa una verdad a medias que intenta engañar a la ciudadanía haciendo creer que “ayuda mucho pero no es cierto. Llegan algunos apoyos pero el beneficiario debe poner mucho dinero, dinero que no tiene la gente”.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ubica a éste municipio como uno de los 58 del país en extrema pobreza, de tal forma que para poder adquirir una vivienda de 80 mil pesos las familias tendrían que trabajar 33.3 años,considerando que la labor que en su mayoría desempeña en la elaboración de carbón le permite lograr ahorros máximos por 200 pesos al mes.
Migración, la única puerta
Ante la pobreza, en Santa María Peñoles al menos un 30 por ciento de los pobladores ha dejado la comunidad en busca de proporcionar mejores condiciones de vida a sus familiares.
- ¿Usted ve esa casita?- Don Joel apunta con su dedo índice hacia la única construcción de dos pisos erguida sobre los lomeríos de Peñoles- Esa es de uno que vive al norte. Ese tiene años que ya se fue y que comenzó a mandar dinero para hacer esa casa. No es tan sencillo, se fue, dejó padres, esposa y a sus hijos.
- ¿Viviendo aquí no es posible construir una casa. No pueden ahorrar?
- Aquí no hay fuente de trabajo. Sólo cuando van a quemar carbón pero hay un control con el Comisariado y sólo se pueden sacar 15 costales al mes por comunero. Ahorita el bulto está en 90 pesos pero echale lápiz cuánto es de 15 costales, no es suficiente.
