Oaxaca.- Sus ojos inquietos ya no tienen miedo; se muestran a la luz deseosos de conocer, de entender lo que todavía no puede expresar con palabras. Su imagen actual es de niña ingenua; su cabello corto, pero limpio, enmarca un rostro dulce, donde se esboza ya una sonrisa; ahora la tristeza permanece oculta, guardada en un rincón a fuerza de terapias, de atenciones y de cuidados médicos y psicológicos.
Herminia presenta avances positivos en su rehabilitación y se trabaja para que pueda reintegrarse a la sociedad. Duerme en una cama limpia, en posición fetal, pero sin cubrirse el rostro; ya no se desprende de la ropa que la abriga; poco a poco va estirando sus manos y extremidades. Ahora se alimenta de manera nutritiva y sin desorden.
La jovencita dice adiós a quienes la saludan y hasta tararea una canción de Vicente Fernández, según las enfermeras. Poco a poco retorna a la "normalidad" de la vida humana, ese lado que había perdido cuando la enclaustraron en un chiquero.
El sistema estatal del Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en conjunto con la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia, canalizaron a la joven a un albergue donde recibe terapia y se le han realizado los estudios correspondientes para determinar un diagnóstico clínico.
El rescate
La joven de 15 años fue rescatada el 4 de agosto pasado por Miguela López, presidenta del DIF de San Martín Peras, en colaboración con las dependencias estatales y trasladada a la ciudad de Oaxaca. Actualmente se rehabilita en un albergue para personas con discapacidad intelectual, Acéptame Como Soy, en la localidad de Santo Domingo Barrio Alto, Etla.
Herminia permaneció dos años abandonada y encerrada en un chiquero, en condiciones inhumanas, en medio del bosque en San Marcos de la Flor, comunidad indígena ubicada en la Mixteca alta y perteneciente al municipio de San Martín Peras, que colinda con el estado de Guerrero.
“La fisioterapeuta que está rehabilitando a Herminia nos dio esperanzas para que pueda volver a caminar de manera normal”, expresó la licenciada María de los Ángeles Vásquez García, procuradora para la Defensa del Menor en el estado.
Los diagnósticos preliminares sobre el estado de Herminia indican que la joven, en su infancia, sí caminó, y gracias a eso podría andar y erguirse, noticias alentadoras para el DIF, porque sería más fácil reintegrarla a la sociedad.
La próxima semana se podrán conocer los resultados de los estudios psiquiátricos, neurológicos, de lenguaje y físicos. A partir de eso, la joven será atendida de forma integral.
La Secretaría de Salud de Oaxaca ha atendido puntualmente la petición del DIF para prestar los espacios del hospital civil y psiquiátrico para realizar los estudios correspondientes a Herminia.
Investigan presuntos delitos
La procuradora señaló que lamentablemente no es el único caso del que la dependencia tiene conocimiento; los niños son más vulnerables ante este tipo de maltratos y lesiones.
Abundó que es obligación de los padres de familia o de quien tenga la patria potestad proveer al niño -en este caso Herminia- de todos los elementos necesarios para su subsistencia.
“La madre o la responsable de la joven tienen la obligación de responder por el abandono y las condiciones del peligro de muerte al que estuvo sometida”, indicó la funcionaria.
Dijo que el caso de Herminia fue adscrito al ministerio público y se inició una carpeta de investigación por el o los delitos que puedan resultar, así como en contra de quién o quiénes resulten responsables.
Situación legal
Hasta el momento, señaló la funcionaria, Herminia se encuentra bajo el cuidado del DIF, así como de la Fiscalía General que la tiene como tema de investigación en un legajo.
Agregó que las autoridades estatales trabajan en conjunto con la procuraduría de Baja California, para contactar a la mamá de la menor y así conocer su situación para poder brindarle la ayuda correspondiente.
“Es un procedimiento muy complejo; se tiene que conocer por qué la madre la abandonó, cuál es su situación económica, conocer de fondo su problemática y sobre esos parámetros optar por la mejor decisión”, explicó.
Por último, enfatizó que a Herminia no se le debe coartar el derecho de vivir en familia, como otras personas con esas discapacidades.
Comunidad indígena
San Marcos de la Flor es una ranchería perdida en la montaña, y pertenece al municipio de San Martín Peras, comunidad indígena de 12 mil habitantes, encallada en la Mixteca Alta, lejana y desolada, en los límites de Guerrero y Oaxaca.
Se ubica a 600 kilómetros de la capital. Para llegar es necesario hacer un recorrido de ocho horas que pasa por Huajuapan y Juxtlahuaca. Es una de las zonas más marginadas del país, donde se conjugan el olvido, la extrema pobreza y la ignorancia.
