Por Antía Alfonso
Florián es un niño que por razones médicas debe permanecer indefinidamente en cama; él siente una fascinación por las historias de miedo y los fenómenos paranormales. Para animarse, incita a los miembros de su familia a que compartan con él sus más extrañas anécdotas, las cosas que han vivido y son incapaces de explicar a través de la lógica. Así, su padre le habla de un extraño personaje que le daba tutorías en su infancia; su abuela le describe a un misterioso niño que halló una vez en medio de una tormenta y su madre le platica una escalofriante escena de cuando estaban en búsqueda de una casa.
Ángela Sommer-Bodenburg es una escritora bastante conocida por su saga “El pequeño vampiro”, una serie iniciada en 1979 que cuenta con más de veinte libros que ha trascendido generaciones enteras. “Si quieres pasar miedo” (1988) es una de sus entregas más prominentes. En ella, narra diversas historias fantasmagóricas bajo el pretexto de la enfermedad de su protagonista, quien lejos de asustarse ante los misterios, tiene una sed de conocerlos que no parece ser saciada por los esfuerzos de aquellos con los que vive, así que a la larga recurre a inventar sus propios relatos para ser él quien cause escalofríos a quien los escuche.
El terror es un género complicado, la mayoría de las veces reservado a un público de mayor edad bajo la creencia de que a los niños deben dirigirse temas de naturaleza más simple y menos delicada. Sin embargo, es imposible negar que es justamente en la infancia donde la capacidad de asombro y la curiosidad son mayores, difíciles de alcanzar en etapas posteriores de la vida.
Sommer-Bodenburg está consciente de ello y por eso se ha dedicado a escribir obras que no solamente son capaces de perturbar a los más pequeños, sino también a los adultos de la casa. “Si quieres pasar miedo”, además, invita a los pequeños a explorar la escritura sin tapujos y explorar las cosas que incluso ellos mismos desconocen.
