Texto y fotos: Rafael Alfonso
Escribo esta nota cuando falta un día para terminar las actividades del Primer Festival Literario Oaxaca 2022, organizado a iniciativa del maestro Esteban Ascencio, escritor de amplia trayectoria radicado en la CDMX que, entre otras actividades, se desempeña como director de Laberinto Ediciones. En la ruda tarea de organizar y gestionar el festival fue acompañado por Janeth Martínez -directora del portal informativo Libertad Oaxaca- y Karina Gutiérrez.
El festival logró convocar a diferentes instancias públicas y privadas, así como a varios autores del país, siendo Puebla por esta ocasión el invitado de honor. Por supuesto, los autores oaxaqueños fungieron como anfitriones.
Abro aquí un paréntesis para comentar que, al respecto, no dejaron de escucharse algunas voces críticas que señalaban un sesgo en la conformación del programa, y que consideraban que varios escritores y editoriales oaxaqueñas debieron ser invitados, sin embargo, siendo esta la primera edición del festival, es comprensible que no se contara con un panorama completo del rico y bullicioso mundo literario oaxaqueño, lleno de recovecos y guaridas. En nuestra experiencia nos consta que, aun fuera de programa, fueron presentados varios autores locales que se acercaron a los organizadores para solicitar el espacio.
En lo particular, para esta nota he de dirigirme a la jornada del día jueves 18, donde se hizo patente el lema del festival y la palabra fue canto. Los trabajos iniciaron a las 12 horas con el conversatorio “Poetas de cantera”, que contó con la participación de Enna Osorio y Omar Fabián. A ellos siguió la tercera presentación dentro del festival del colectivo "La sociedad de las poetas", mujeres unidas por la expresión a través de la palabra.
En esta ocasión estuvieron presentes Elia Pérez López, Argelia Rodríguez y Libertad. Después llegó el turno de Jaime Santiago, poeta chololteco radicado en Teotongo que presentó su segundo libro “Respirar concreto” (El Cuajilote Ediciones, 2022) un libro recién salido del horno, que presenta el periplo de un personaje que transita por lóbregos paisajes urbanos en la búsqueda de un amor perdido. Estas tres presentaciones estuvieron a cargo de poetas oaxaqueños, con la amable compañía de Angélica Minor y Esteban Ascencio.
Un saludo a René Almanza, ilustrador regiomontano del libro antes citado, sirvió como puente para la presentación de su paisano Jorge Luis Darcy, quien comentó y leyó poemas de su libro “Nadie prometa el cielo”, en el que la voz poética transita entre el diálogo que sostiene con su madre y el erotismo que despliega la visión desnuda de la mujer amada.
El maestro Víctor Toledo cerró la jornada, -en materia poética-, con la lectura de algunos poemas de su libro “Del polen” y concluyó, a pregunta expresa del público con algunas interesantes reflexiones acerca de la poesía y sus hacedores: “Pienso que un poeta de tener oído, y que, si no tiene oído, pues no es poeta, porque yo sigo creyendo que la poesía es una revelación que dictan las musas”.
Si usted está leyendo estas líneas la mañana del domingo 21 de agosto de 2022, le recomiendo que corra al Paseo Juárez “El Llano” a disfrutar de las últimas horas de este festival que, a decir de su organizador, en lo sucesivo será amparado por la instancia de cultura municipal.
“Para esta nota he de dirigirme a la jornada del día jueves 18, donde se hizo patente el lema del festival y la palabra fue canto”.
