Rafael Alfonso
Para quien no esté familiarizado con el término "leyenda negra", habría que aclarar que se utiliza para referirse a la imagen negativa y estereotipada que se ha creado sobre alguna persona, entidad social o estado, pero en el caso de España y los españoles, la leyenda negra se convierte en un término que designa toda una serie de mitos articulados estratégicamente, para socavar desde el extranjero la preponderancia que el imperio español y su cultura tenían sobre el mundo.
A esta leyenda negra se le han agregado nuevos elementos a lo largo de la historia. Algunos pecan de injustos por ser exageraciones, cuando no son abiertamente falsos, y se han perpetuado acríticamente durante siglos haciendo mella en la percepción que los españoles tienen de sí mismos, a grado tal que no son pocos los que, al día de hoy, expresan antipatía hacia su historia, su lengua, su cultura y su patria.
Lo que inició como una serie de fake news -presumiblemente en Italia ante la presencia de algunos muy influyentes aragoneses-, pronto escaló a varias campañas de desprestigio y un par de siglos después, con la anuencia y patrocinio de varios estados -Alemania, Francia e Inglaterra-, devino en una declarada Guerra de propaganda, cuyo último frente extranjero fue abierto en América con la participación de los Estados Unidos, y el resentimiento manifiesto de las naciones que se independizaron de España en el siglo 19. El libro “La leyenda negra: historia del odio a España” de Alberto G. Ibáñez, desmitifica varios supuestos de esta contienda.
No es raro escuchar de la ignorancia y del poco desarrollo intelectual de España, olvidando que los reinos de Castilla y Aragón fueron las primeras potencias europeas en constatar la redondez de la tierra. Durante el Imperio Español se desarrollaron también estudios científicos que posibilitaron el liderazgo naval del que hizo gala, creando instrumentos de navegación eficaces que después fueron adoptados por otros países. La llamada Armada Invencible española, dotada de estas innovaciones, muchas veces intervino para acotar el avance musulmán que amenazaba a Europa toda. Recordemos también que en la Universidad de Salamanca se desarrollaron los estudios que tuvieron como resultado el ajuste que sustituyó el desfasado calendario juliano por el más preciso y aún vigente calendario gregoriano, mismo que la Gran Bretaña y sus colonias adoptaron casi dos siglos después.
En cuanto a la cultura, hay que recordar que la filosofía escolástica, la única que había en aquel momento, tuvo su momento cumbre en territorio español, y que la literatura hispana fue la primera en tener un alcance global. El llamado Siglo de Oro español marcaría la pauta para el desarrollo de otras literaturas; en su seno nació la obra literaria más grande e influyente de todos los tiempos: El Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.
Continuará el próximo domingo.
