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EL LECTOR FURTIVO; Simone y Jean Paul: historia de amor existencial

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Rafael Alfonso

 

El 15 de abril de 1980 murió Jean Paul Sartre. El 14 del mismo mes, pero de 1986, murió Simone de Beauvoir. En 1980, Simone convalecía de una enfermedad y, recién salida del hospital, se topó con la noticia de la muerte de Jean Paul, de manera que al infortunio de la propia salud se sumó el luto. 

Como una viuda, aunque nunca se casaron, Simone se encargó de todo lo concerniente a los funerales del filósofo que convocó a una multitud que se calcula en 20 mil personas, un número difícil de igualar por estrellas de cine, músicos consagrados, figuras políticas o influencers.

Es de todos conocido que, como pareja, Simone y Jean Paul establecieron parámetros sui generis en su relación. Cada uno de ellos vivía en su propia casa y muchas veces se describían a sí mismos como los mejores amigos, antes que como pareja amorosa.

Se conocieron en la prestigiosa École Normale Supérieure en 1929 y rápidamente, se convirtieron en compañeros inseparables. Les unía la admiración mutua y un entusiasmo compartido por la filosofía, la literatura y el arte. Juntos, se convirtieron en figuras centrales del movimiento existencialista, una corriente filosófica que enfatizaba la libertad individual, la responsabilidad personal y la búsqueda del significado en un mundo aparentemente absurdo. 

Jean Paul Sartre se consolidó como uno de los filósofos más importantes del Siglo Veinte. Sus obras, como "La Náusea" y "El Ser y la Nada", le hicieron acreedor al Premio Nobel, mismo que rechazó argumentando que vería comprometida su actividad filosófica, aunque desde la Academia Sueca se afirma que sí intentó cobrar el dinero del premio.

Simone de Beauvoir estaba lejos de ser una mera sombra de Sartre. Su obra literaria abarca novelas, ensayos y memorias, explorando temas como la feminidad, la sexualidad, la libertad y la búsqueda de la identidad. Su obra "El Segundo Sexo" ha sido, desde su aparición, un referente para el feminismo.
Sartre refiere también que no publicaba texto sin que Simone lo revisara muchas veces, a sabiendas de que era extremadamente crítica. Se dice que en una ocasión le prohibió publicar un manuscrito pues le dijo que no estaba a la altura de su obra anterior.

En lo referente a la vida erótica, se sabe que ambos pensadores establecieron desde muy temprano una relación de tipo abierta donde ambos tenían permitido el tener otras parejas sexuales. El magnetismo que irradiaban les brindó la posibilidad de contar con ellas, incluso formando relaciones más o menos estables. Simone se emparejó, por ejemplo, con Nelson Algren —quien terminó con ella, pues no soportó su relación con Sartre—; también exploró encuentros con varias mujeres.

Jean Paul, por su parte, reservaba para Simone una buena parte de su agenda, pero el tiempo libre anotaba con fecha y hora, lo que parecía ser una lista interminable de “amores contingentes”. 

En "La ceremonia del adiós" (1981), libro donde da cuenta de los últimos días de Sartre, Simone de Beauvoir escribe “Su muerte nos separa. Mi muerte no nos reunirá. Así es; ya es demasiado bello que nuestras vidas hayan podido juntarse durante tanto tiempo”.

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