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CONSULTORIO DEL ALMA: CUENTA CONMIGO; Tardes de charlas psicoanalíticas

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Daniela Clarisa Concha León

 

Ignorancia y miedos a la vida adulta

Este viernes en "La hora del deseo"

Primera de dos partes

 

En los altavoces se escucha en repetidas ocasiones: 

—Familiar de la cama seis. Familiar de la cama seis.

Marcela, ensimismada, escucha que una mujer a su lado le dice:

—Creo que la llaman.

Sin asimilar el número y sin recordar lo que tenía que hacer, se levantó y dirigió hacia la ventanilla.

—Señora, ponga atención, el doctor le dará información de su paciente, pase al consultorio cinco.

Buscó con la mirada el número cinco y se dirigió rápidamente a él.

—Buenas noches señora, los resultados muestran que Mila presenta Anemia; requerimos hacer más estudios, pues las otras condiciones de salud que sufre su hija vuelven delicado el diagnóstico. La mantendremos al tanto de cómo responde al tratamiento— le dijo el doctor, mientras Marcela se iba en sus pensamientos.

Ilusión, negación y fantasía

En la mente de Marcela solo resonaban esas palabras: “ponga atención”, las cuales se sumaron a los pensamientos que desde hace unos días la atormentaban. Y como el inicio de un bucle, comenzó a recordar los anhelos que tenía a sus 15 años: “En cuanto pueda, me iré de casa, Juan y yo nos casaremos, tendremos a Mila, nuestra hija y seremos felices, no como dice mi madre”. 

A pesar de lo que vive, ella sigue amando a Juan; en ocasiones le surge un pensamiento que después le provoca culpa, donde responsabiliza a Mila de que su amor no floreciera.

Ahora, Marcela es madre de una niña de 4 años, quien desde que nació, visita al médico constantemente, el cual costea con mucho esfuerzo a Marcela y a sus padres, pues Juan la abandonó poco después de que ella le dio la noticia de su embarazo.

Marcela trabaja duro desde que nació su hija; abandonó la escuela y con ella a la ilusión de ser médico. Se preguntaba por qué nada de lo que había planeado salió como ella lo imaginó, le parecía injusto que la vida fuera tan cruel.

—¿Qué hice para que me pasara esto?— preguntó Marcela a su madre, rompiendo el silencio entre sollozos.

Reflexión

Una función de la entidad que conforma la personalidad psíquica y que tiene por nombre el Yo, es la denegación; esto significa que la persona adquiere la posibilidad de negar eso que se encuentra frente a ella o que incluso tiene en su mano.

Por supuesto, aquello que nos aconteció en algún momento de nuestra vida y que resulte contraproducente a los designios del Yo, caerá presa de esta función. Es de suponer que esto fue lo que le sucedió a Marcela a sus 15 años, cuando no tomó en cuenta lo que seguramente le decía su madre y lo que la vida —por decirlo de alguna manera— le indicaba que sería su destino. Hoy en día aún deniega, cuando se pregunta: “¿Qué hice para que me pasara esto?”

En el caso de nuestra protagonista (ficticia), podemos sospechar que a sus 15 años la dominó el capricho de estar con Juan, la ilusión de tener una familia feliz y una vida resuelta. En la interrogante que le surge, sigue operando la denegación, pero ahora, sobre ese itinerario de pensamientos que la arrastró a su situación actual.

Continuará el próximo miércoles…

¿Quieres saber más? Asiste a la charla psicoanalítica el viernes 19 de abril a las seis de la tarde, en las instalaciones del Instituto de Estudios e Investigación Psicoanalítica A.C.-INEIP. Pide informes a los teléfonos 951 507 5550 / 951 132 85 34 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!
[email protected] 

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