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Los conflictos psíquicos en los Cuentos de Hadas

cuento
Foto(s): Cortesía
Redacción

Rafael Alfonso

Los cuentos de hadas han sido parte integral de la literatura durante siglos. Estas historias mágicas y fascinantes no solo han entretenido tanto a niños como adultos, sino que también han transmitido mensajes simbólicos y representado conflictos psíquicos que resuenan en el ser humano.

Los cuentos de hadas son mucho más que simples historias infantiles. Son relatos simbólicos que representan conflictos y deseos profundos. De esto se percató a mediados del siglo pasado el psicoanalista Bruno Bettelheim, quien dejó una valiosa contribución al campo de la Psicología infantil con su obra "Psicoanálisis de los cuentos de hadas". En esta obra clásica, Bettelheim explora el poder terapéutico y educativo de los cuentos de hadas y revela cómo estos relatos pueden ayudar a los niños a enfrentar y resolver conflictos psíquicos.

Uno de los aspectos fundamentales de la teoría de Bettelheim es su énfasis en la importancia de los cuentos de hadas como una herramienta terapéutica. Según él, los niños pueden identificarse con los personajes y proyectar sus propias emociones y experiencias en ellos. A través de este proceso, los niños pueden explorar y comprender sus propios conflictos internos de una manera segura y simbólica.

Aunque podemos suponer que muy pocos de los que ahora conocemos como cuentos de hadas tradicionales fueron creados expresamente para niños —pues muchos de ellos eran leyendas antiguas, consejas populares o cuentos de taberna—, la fascinación por la magia, los personajes genéricos y su  intención didáctica encontraron en la infancia un público receptivo que pronto se los apropió y que participó de las modificaciones que tuvieron lugar en ellos. Los cuentos de hadas tradicionales toman su forma clásica tras ser contados una y otra vez, en particular los pasajes que resultaban más llamativos, como aquel diálogo que se da entre Caperucita roja y un falso Lobo Feroz travestido como abuela; o el ya clásico “Soplaré y soplaré…” con que otro Lobo Feroz amenaza con tirar la casa de los cerditos.

Bettelheim sostiene que ese contar una y otra vez fue una suerte de criba que retiró la paja de muchos de los relatos para privilegiar los rasgos esenciales de estos, los símbolos y metáforas que reflejan los deseos, miedos y conflictos más profundos y recurrentes de los niños, como son el sentimiento de minusvalía, el miedo a lo desconocido, los celos, la rivalidad entre hermanos, los peligros del mundo y la identidad, entre otros. Además de ser vehículos para expresar estos temores y conflictos, la mayoría de los cuentos de hadas —cuando el  o la protagonista salen airosos de las dificultades que enfrentó— abre a los pequeños lectores una vía a la esperanza de que, en el futuro, a medida de que crezca y se desarrolle, le espera la resolución de aquellos temores, conflictos y obstáculos que hoy pueden parecerles insuperables.

¿Quieres saber más? Llama a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

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