Alejandro José Ortiz Sampablo
Antes de iniciar la presente nota estuve sentado frente al ordenador por varios minutos. En situaciones parecidas me he visto antes; me refiero a las ocasiones en que no he sabido cómo empezar a escribir.
La dificultad
Como ya lo he mencionado, por regla general, antes de llegar a escribir, he pensado con antelación el tema a tratar o no falta que la vida cotidiana o la misma atención de pacientes me brinde una idea para desarrollar. Como he mencionado en otras notas, no falta la ocasión en que, tras escribir de manera continua, un buen día, la mente se quede en blanco.
Sin embargo, la mañana en que me senté a escribirles no fue así. Pues, a pesar de que no me había dado tiempo de pensar en el tema, vinieron a mí tres líneas de pensamiento, las cuales intenté tomar, pero que abandonaba una vez que tecleaba los primeros caracteres. Tuve que detenerme a reflexionar sobre esta imposibilidad, nueva para mí.
A pesar de que ya he escrito ideas parecidas a lo que pensaba en esos momentos, hoy me inquietó darles la impresión de ser un pesimista, lo que me recordó que algunos biógrafos de Sigmund Freud lo han descrito de esa manera. Vino a mi mente también que en una página de Facebook dedicada al Psicoanálisis —que ahora mismo no recuerdo—, escuché el fragmento de un video, donde el transmisor hablaba de Freud como un hombre poco tolerante, y que por ese motivo peleó con muchos contemporáneos y exdiscípulos, entre ellos Carl Gustav Jung y Alfred W. Adler. En muchas ocasiones, he realizado fuertes críticas a quienes se dedican a la atención de la vida anímica de pacientes y se toman a la ligera la atención de su propio psiquismo, pues hacerlo impide la sensatez en la indagación de los padecimientos que afrontan nuestros pacientes. Por esta razón, pensé que podría darles la impresión de ser poco tolerante con aquellos que no piensan de la misma manera que yo.
Muchas veces se habla desde la ignorancia
Tuve la impresión de que el hombre que hablaba en el video referido tiene poca idea de lo que se trata el Psicoanálisis, por eso adjudica al carácter de Freud, y no a su ética, las fuertes críticas o palabras que éste le dedicaba a quienes se acercaron en un primer momento al Psicoanálisis, para después rechazar parte de sus teorías fundamentales. Freud criticó fuertemente a Jung y a Adler no por la desviación en sí, sino porque cada uno de ellos prefirió confeccionar una teoría a modo, que no cuestionara su ejercicio erótico, aun cuando estas carecían (y siguen careciendo) de fundamentos decantados del procedimiento de investigación científica.
Así que decidí iniciar comentándoles lo anterior, parte de aquello que me impedía escribir la nota. Finalmente, no podré evitar las ideas que se hagan de mi persona y, a pesar de que al igual que Freud dé la impresión de pesimismo o de poca tolerancia, escribiré de los tres temas que aludí al inicio, aunque los tres están anudados entre sí. Así que el próximo sábado iniciaré con el primero.
Continuará el sábado…
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