Alejandro José Ortiz Sampablo
En la nota del lunes pasado les comenté de tres conflictos que, pudiera juzgarse, no tienen conexión entre sí, más aquella de la manera en que mi patrón de búsqueda pudo sugerirme. Dicho sea de paso, la sofisticación de los algoritmos de internet, además de dejarnos la impresión de estar vigilados, también pareciera la de tener determinación de pensar por nosotros, a tal punto que nos sugieren que puede interesarnos ver o escuchar. Esto último es un fenómeno que toma cada día más fuerza en el siglo de las comunicaciones, y a pesar de que podemos acceder a sitios que brindan información seria y veraz, en muchos de los casos el usuario termina por adoptar como punto de partida de su opinión, la información de dichas sugerencias, pues eventualmente termina por verlas. De este fenómeno no escaparon los acontecimientos mencionados.
La guerra que se libra
Es sin duda la guerra un acontecimiento que los mexicanos estamos lejos de dimensionar; por otro lado, para entender el conflicto bélico en esa parte del mundo, se requiere mucha más información que la brindada por los noticieros. Es en este punto donde se libra otra guerra, pues quien los dirige decide qué información se entrega como verdad. Brindar una opinión sobre este hecho resulta delicado, pues por un lado hay vidas en juego, por el otro la autonomía de una región del mundo; es en este punto donde quienes hemos entregado la dirección de nuestro país a quienes nos han robado por décadas y cuando tenemos la posibilidad de castigarlos con nuestro voto, no lo hacemos, además que estos mismos personajes entregaron la autonomía de nuestros recursos naturales a extranjeros y guardamos silencio, incluso en muchos de los casos llegan a mirar dichas intervenciones como salvadoras de la economía del país, cuando en realidad nos siguen robando.
Manipulación y negación
Posiblemente nosotros los mexicanos no estemos en condiciones de criticar las acciones de los presidentes de los países involucrados, solo la información plena pudiese dar una idea más clara de la guerra. Pero el bombardeo de noticias al respecto será un buen motivo para que se accione la negación, pues en ello podremos criticar aquello que acontece en nuestro interior, de la misma manera en la que el individuo sanciona las acciones de su vecino, sin percatarse que son las mismas de las que él adolece.
Como ejemplo de este fenómeno de negación masiva, es lo que desenmascara con sus declaraciones el entrenador y ex jugador serbio de baloncesto, Zeljko Obradovic, de las que dejaré dos fragmentos para la reflexión:
“Tengo 62 años. Recuerdo muchas cosas en mi vida, pero recordaré también lo que la gente dijo sobre esto. Mi país estuvo bajo bombardeos en 1999, pero no vi a la gente reaccionar y hablar. Lo mismo en Irak, en Siria, en Afganistán. ¿Alguien habló de esto en ese momento? Por supuesto, personalmente, estoy en contra de cualquier tipo de guerra en el mundo. Cualquier persona que muera a causa de la guerra es terrible. Pero si discutimos sobre esto, hay cosas más profundas de las que hablar”.
Continuará el próximo lunes…
¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!
