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Consultorio del alma: cuenta conmigo | A cien años de “El yo y el ello”, un texto poco comprendido; Última de dos partes

freud
Foto(s): Cortesía
Redacción

Alejandro José Ortiz Sampablo

Me resistí a escribir demasiado del texto, pues cualquier intento de dar pormenores del modelo psíquico que Freud nos dibuja en él, resultaría de poca valía para el lector. En cambio, me serví de dar la misma advertencia que doy a quienes intentan acercarse a las lecturas freudianas, en este caso del trabajo que cumplió 100 años.

Advertencia

Les sugiero que lo hagan acompañados de quien cultiva la investigación del alma, en la atención de pacientes y en la práctica de creación de nuevos paradigmas de enseñanza y de transmisión del Psicoanálisis.

Pero de no contar con tal posibilidad, les sugiero antes de iniciar cualquier lectura psicoanalítica, estudiar no sólo los dos modelos científicos mencionados, les resultara interesante adentrarse un poco a la “nueva filosofía mecanicista” que tomó revuelo a inicios de este siglo. Esta última introducirá términos más adecuados para los fenómenos psíquicos, como lo son, regularidad estable y robustez, entre otros. 

Para algunos lectores de la obra freudiana, el autor ha sido rebasado, consideran que conceptos forjados por él, no tienen vigencia; algunos se atreven a decir que hay quien le vino a corregir la plana a Sigmund Freud; otros más, no sólo rayan en la ignorancia de la historia del Psicoanálisis, también carecen de toda idea de cómo se construye el conocimiento científico, pues plantean que hay varios tipos de Psicoanálisis.

Algunas dificultades que plantea el texto

En el prólogo de “El yo y el ello”, Freud nos anoticia de las dificultades que contiene el escrito, las cuales el lector puede pasar por alto. Son varias, mencionaré solo dos, una que alude a “los diversos hechos de la observación analítica”, es decir, sólo quien se ha sometido a un tratamiento psicoanalítico y que aplica concienzudamente en otros, dicho método, deducirá a qué se refiere Freud con “los diversos hechos de la observación analítica”.

O en su defecto, que un psicoanalista experimentado logre transmitirle al lector a qué alude el autor con esa expresión. Así mismo, dice que esas nuevas conclusiones que nos brindará, “no toman nuevos préstamos de la biología”; sin embargo, el lector debe tener conocimientos básicos de biología, en específico del sistema nervioso, más preciso del mecanismo del arco reflejo, y así conocer que de la biología servirá de soporte para la elucidación de la provincia más antigua del aparato anímico (el Ello) y cómo una parte de él se parcela (el Yo).

Apreciable lector, por lo plasmado en este breve escrito conmemorativo, podrá deducir que el creador del Psicoanálisis forjó sus premisas, en este caso, la estructura de su aparato anímico con los instrumentos de la ciencia.

Por otro lado, si realizan el recorrido sugerido antes de iniciar la lectura de “El Yo y el ello”, podrá percatarse que en él prevalece el espíritu que Sigmund Freud tuvo cuando en 1895 en el plan general de  “El proyecto de Psicología para neurólogos” escribía tener el propósito de: brindar una psicología  de ciencia natural, a saber, presentar procesos psíquicos como estados cuantitativamente comandados de unas partes materiales comprobables, y hacerlo de modo que esos procesos se vuelvan intuibles y exentos de contradicción.

¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

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