Esmeralda Aragón
—¿Qué pasó, compadre? ¡Mire nada más cómo viene! Se ve que ha estado bien buena la fiesta ¿eh? Véngase de este lado, compa. ¿Quiere un vaso de caguama? Chamaca, pásame un vaso pa'l compadre. Siéntese. ¡Mire nada más! ¿Qué me cuenta, compadre? ¿Qué dice la comadre?
—Pos ahí anda la fodonga de su comadre, ¿a poco no sabe?
—No. Cuénteme, compadre.
—Las cosas no andan bien con su comadre. La mera verdá' es que ya casi no llego a la casa.
—¡Puro tomar es usted! ¡Salud! Ta’ bien buena la caguama, ta’ fría como me gusta.
—¡Salud, compadre! Pues, desde hace un rato que puro pleito es con su comadre, ya mejor me busqué una querida; qué digo una, ¡dos! Y las dos son casadas, mero como me gustan. ¡Tan chulas las condenadas!
—¿A poco, compadre?
—Pues sí, horita mero vengo de ver a una. El marido ni cuenta se da, yo le caigo cuando él se va. No sabe que me estoy comiendo a su mujer.¡Pendejo!
—¡Salud, compadre! Usté’ es mi gallo.
—¡Salud! Cada una tiene lo suyo. Las dos creídas de que las quiero bien y la mera verdá’, pues no, compadre. ¡Estaré pendejo pa’ enredarme con una mujer casada! Yo las quiero pa’ coger nomás, pa’ quitarme las ganas. Ya el otro día me dijo una: “Vámonos del pueblo pa’ hacer una vida lejos de los chismes”; pero yo nomás le doy largas al asunto, ya se le pasará. No quiero tener problemas con el marido.
—¡Ah qué, mi compadre! ¿Quién diría?
—Ya ve, compadre, así es uno que tiene pegue, ¿qué no? No que tú, sigues ahí pegado con la comadre que, por cierto, ¡qué bien se conserva su mujer!, ¿eh?
—¡Más respeto, compadre!
—Descuide, compadre. Yo sé bien con quién me meto. La pendeja de mi mujer ni cuenta se da, ya llevo tiempo así. Ella cree que puro tomar soy, que me quedo dormido en las cantinas, pero no, comiendo la carne de otro me la paso, soy bien perro. Engañada va a morir la pendeja de su comadre. ¿Y qué, no está la comadre pa’ saludarla o ya la escondió compadre? Envidioso que es usté’.
—No, cómo cree. ¡Mire!, ahí viene llegando de la iglesia, fue a la misa. El padre reunió a la gente, quién sabe qué chingados hubo.
—¡Mire nada más! Hasta que se deja a ver, comadre. ¡Qué bien se ve uste’!
—¡Buenas, compadre! ¿Qué anda haciendo por aquí? Mire nada más cómo se ve. ¡Todo borracho ya anda!, y lo comprendo, compadre. Con la clase de mujer que tiene, cualquiera se tiraría al vicio.
—Comadre, uste’ sí que está a mi favor.
—Pues sí, compadre, ¿cómo no? Con lo que me acabo de enterar de su mujer. ¡No tiene perdón de Dios la desgraciada!, pero ya pagó por lo que le ha hecho, compadrito. Usté’ descuide.
—¿De qué me está hablando, comadre?
—¿A poco no sabe? Pobre de usté’, pues ¿cómo se lo digo?
—Así nomás, suelte la lengua.
—Su mujer lo engaña, compadre.
—¿Cómo dijo, comadre?
—Qué su mujer tiene un amante, ¿o dos?
—¡Hija de su chingada madre!, ahora sí me va a escuchar, nada más que llegue a la casa.
—Ni se preocupe compadre, ya está pagando por todos los días y las noches que lo engañó con su amante o amantes.
—Ya me voy, compadre. ¡Ojalá y me los encuentre juntos! De un tiro me los voy a matar, por cobardes. ¡A mí no me van a ver la cara de pendejo!
—Le digo que ya no se preocupe, compadre. El padrecito ya se encargó de juntar a la gente del pueblo y su mujer ya está pagando por todo.
—¿Qué le hicieron a la Carmela, comadre?
—Favor que le hicimos a usté’. Vaya a ver con sus propios ojos, compadre.
—¿Dime dónde, mujer?
—En el árbol de granadillo está colgada.
—¿Qué?
—En el granadillo, a las afueras del pueblo, ella así lo quiso. Confesó todo la muy desgraciada. Antes de morir, dijo que tenía un amante, ¿o dos?, con los que se revolcaba cuando uste’ no estaba, compadrito. Pero ya no se preocupe. Ya está pagando por traicionera, ¡total!
Semblanza
Esmeralda Aragón. Actriz, dramaturga y directora de teatro originaria de la comunidad El Coyul, Huamelula, Tehuantepec, Oaxaca. Su obra de teatro unipersonal "El Coyul", ha participado en la Muestra Nacional de Teatro cumpliendo más de 100 representaciones en distintas ciudades del país.
