Las fotografías nos ayudan a capturar momentos que queremos recordar por mucho tiempo, sin embargo, es una realidad que muchas personas han perdido incluso la vida tratando de capturar la foto perfecta, incluso cuando su intensión no es arriesgar la vida en lo absoluto.
Por desgracia, esa fue la historia de Nico Carter, un bebé de apenas un año que murió al caer del 9no piso de un hotel en Puerto Vallarta, Jalisco, cuando sus padres intentaban tomarle una fotografía conmemorando sus vacaciones en dicho puerto durante el pasado 11 de octubre.
De acuerdo con los padres, ambos acabaron siendo testigos de la muerte accidental de su pequeño cuando capturaron las últimas fotografías del infante que posaba frente a un balcón del edifico en el que se hospedaban minutos antes de caer al vacío y fallecer por el impacto.
Cabe destacar que el pequeño estaba parado en el marco de una puerta corrediza, muy cerca de un panel de ventana que no tenía cristal, “no tenía señales de advertencia, no había conos, ni cinta de precaución para alertar a los huéspedes del lugar” señalaron sus padres.
¡Terrible! Pequeño de un año de edad pierde la vida al caer de un noveno piso en Puerto Vallarta.
En redes sociales se ha vuelto viral la última fotografía de un niño llamado Nico Carter, quien perdió la vida a la edad de un año, luego de caer desde el noveno piso de un hotel… pic.twitter.com/cbx8j1MOCQ— Plano Informativo (@Planoinforma) October 15, 2023
“Nico estaba parado justo delante de mí. No se podía ver que faltaba un panel de vidrio. Vi morir a mi hijo frente a mí. Nico cayó por el hueco del balcón y se hundió más de 100 pies (cerca de 30 metros de altura) hacia un área de plataforma de concreto”, dijo James Carter, padre del pequeño fallecido.
“Escuché este grito de mi esposo. Nunca había escuchado algo así antes y supe que algo terrible había sucedido”, dijo Anastacia Duboshina, la madre de Nico.
Los padres de Nico señalaron que ni ellos ni su pequeño se percataron del cristal faltante pues los demás cristales que conformaban el balcón eran transparentes, por lo que identificar su ausencia fue casi imposible a la vista.
La madre del niño, también explicó que su vida cambió por completo: ”en una fracción de segundo, mi vida pasó de ser todo a nada. Mi mundo se hizo pedazos en unos segundos. La muerte de Nico fue tan absurda y completamente evitable”. La mujer confesó que se encuentra en el proceso de una demanda para que nadie más sufra lo que ella sufrió: “Nuestro hijo no murió en vano. Él fue lo mejor que me ha pasado en la vida, el niño más dulce que jamás haya existido”
