Israel García Reyes
En años recientes diversos temas musicales han sido objeto de revisión y condena por contener frases que normalizan la violencia de género y romantizan el abuso. En México podemos recordar canciones de Gloria Trevi como “Doctor psiquiatra” y “Le creo”; “La planta”, del grupo Caos, o “Mesa que más aplauda”, de Clímax, cuyas letras exponen la sumisión de la mujer, conductas machistas y hasta la trata de personas.
En la actualidad el reguetón es blanco de constantes críticas porque sus letras suelen cosificar a la mujer. La lista de temas controvertidos de hoy es amplia, pero no se trata de enlistarlos aquí, sino revisar aquellos éxitos del ayer que pasamos por alto sin advertir su verdadero contenido.
Este tipo de letras fueron escuchas sin censura durante décadas. Incluso, las cantamos en fiestas y karaokes sin darnos cuenta de su sentido.
Por eso, aquí citamos cinco temas, dentro del gran universo musical, que tienen letras cuestionables, que muy probablemente conoces:
1.- "Oyes Lupita". El ídolo mexicano Pedro Infante grabó este tema en 1950. La canción pertenece al género ranchero y fue compuesta por Silvestre Vargas con música del mariachi Vargas de Tecalitlán. La interpretación es muy conocida, pero casi todo mundo pasa por alto que sus estrofas representan auténticas amenazas de muerte contra una mujer:
Le pido a mi dios/, mejor que te lleve al cielo,/ porque si vivo en el mundo yo te he de llevar./ De mí no te has de burlar...
Como podemos advertir, el autor desea la muerte de su expareja, la cual lo abandonó, y como no puede hacer que regrese, agrega que si su "dios" no se la lleva "al cielo", éste se encargará de hacer ese trabajo porque de él nadie se burla.
2.- "Buenos días, amor". José José grabó esta pieza, obra del compositor español Juan Carlos Calderón y que fue lanzada al público en 1977. Dicha balada tiene una letra aparentemente romántica y es uno de los grandes éxitos del cantante mexicano, pero esconde un secreto en sus estrofas:
Me perdí en tu vientre cuando aún dormías./ La sorpresa abrió tus ojos y se hizo el día./ Encerré un beso en tus labios, por si acaso me reñías/ y cubrí tu cuerpo, pues, el alba nos veía.
Aunque de manera sugerida, se entiende que quien habla pudo haber cometido abuso sexual contra su pareja pues reconoce que la agrede mientras ésta duerme. Aunque el hecho se disfraza con la metáfora "Me perdí en tu vientre...", es evidente que no existe un consenso para sostener relaciones sexuales. Más adelante, en el estribillo, agrega:
Buenos días, amor, amor, amor/ ¿Qué tiene tu cara?/ Que ha perdido el color, amor, amor/ Y no dice nada...
En esta parte la víctima muestra su rechazo y temor ante el hecho de verse vulnerada al grado de perder el color del rostro.
3.- “Cuando vayas conmigo” es otro tema controvertido interpretado por el Príncipe de la Canción. El sencillo, de la autoría de Manuel Alejandro, fue uno de los más escuchados dentro del álbum “Secretos”, grabado en 1983. La estrofa inicial arranca así:
Cuando vayas conmigo, no mires a nadie/ que tú sabes que yo no consiento un desaire./ Que me sienta muy mal, que tú vuelvas la cara /cuando tienes a al lado a quien tanto te ama…
Lo que la pieza nos dice es que se trata de un hombre celoso que no permite que su pareja mire siquiera a otras personas y mucho menos en su presencia. De este modo normaliza la violencia hacia la mujer, quien debe someterse a los deseos de él.
4.- “Luces de Bohemia para Elisa”. Este sencillo formó parte del álbum "Desnudo" que Emmanuel grabó en 1986 y fue compuesto por José María Cano Andrés.
La carrera del intérprete mexicano está llena de premios y logros desde su debut en el Festival de la OTI, y ha trascendido las fronteras, pero no todo lo que brilla es oro.
En la primera estrofa dice así:
Luces de bohemia iluminaban/ al salir de la academia /los patosos caminares /de tus pies desorientados /a ambos lados de la realidad:/ Niña bailarina y yo, detrás.
Oculta en la descripción de un paisaje melancólico se esconde la verdad de un sujeto que acosa a una menor de edad al salir de sus clases de ballet.
Luego insiste en la segunda estrofa en que es más específico en los detalles de la víctima:
De tus pantorrillas aceradas/ yo colgaba mis miradas /mientras iba maquinando /¿dónde, cómo, cómo y cuándo/ se le ataca a una puberta en flor...
Sin ningún escrúpulo menciona que es una “puberta” a la que le mira las piernas y subraya que busca la manera de atacarla.
5.- "El ladrón". La Sonora Santanera lanzó este tema en voz de Sonia López. Carlos Colorado, integrante de la agrupación, es el compositor y la canción se lanzó en 1964.
La melodía es bailable y festiva, pero la letra aborda una posible violación desde el inicio:
Quiero relatar lo que a mi me sucedió,/ cuando la otra noche mis sueño se turbó. /Un hombre parado con algo me apuntó. /Encendí la luz cuando vi que era un ladrón…
Expone una escena de robo y posible violación, cuyos actos delictivos son maquillados con el estribillo de: “Ven, ven, ven ladronzuelo ven./ Hay pero ven y ven y ven a robarme a mí… Lo cierto es que es difícil imaginar que una persona se sienta atraída por un hampón que se introduce en su casa durante la noche para robar.
6.- “Mi cucu”. La Sonora Dinamita concibió este tema en 1988 tras hacer su propia versión del original "My Toot Toot”, de 1985, interpretado por de Rockin' Sidney. Desde su lanzamiento fue una canción transgresora, pero su ritmo tropical logró ocultar el verdadero sentido de la letra y era infaltable en fiestas y celebraciones. Una de sus estrofas dice así:
No me canso de mirar (cucu),/ pero quisiera tocar (cucu)./ Ándate, no seas malita (cucu),/ yo quiero una toca'ita, -ita, -ita, (cucu)...
La pieza detalla el acoso sexual sistemático de un individuo hacia una mujer que lo rechaza desde el primer momento.
Ejemplos como estos hay muchos, como “Mátalas”, de Alejandro Fernández, o “El apagón”, de Yuri. Además, existen temas que presumen asesinatos, actividades de narcotráfico, robo y tortura que entonamos sin reflexionar.
Son piezas que escuchamos todo el tiempo, pero valdría la pena hacer una revisión de nuestras playlist, ya que podríamos estar validando actos delictivos de los que al mismo tiempo nos quejamos como sociedad.
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