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Tapitas de plástico, una luz para niños con cáncer en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

Oaxaca.- “Aún no cantamos victoria”, dice Beatriz de la Cruz, al tiempo que sus ojos se cristalizan... “yo creo en Dios y le pido que ojalá mi hija no recaiga”.


La mujer, originaria de Ciudad Ixtepec, tiene a su hija menor en vigilancia médica tras recibir un tratamiento de quimioterapia. Le detectaron leucemia linfoblástica aguda.


Desde hace cuatro años viaja a la ciudad de Oaxaca para que su hija logre sobrevivir a este cáncer. Ha dejado a su esposo y su hija mayor de edad: “sí se trata de salvar a los hijos, no importa... lo dejamos todo”.


La leucemia le fue detectada a la edad de tres años, después de un largo periodo de visitas medicas. La madre narra que desde que nació su pequeña tenía gripas cosntantes que, de acuerdo a un especialista, eran por cambios de temperatura.


Posteriormente, vinieron los dolores de huesos, por lo que acudió al Centro de Salud de su comunidad, en donde los médicos le decían que era normal, pues estaba creciendo “y como un doctor me lo decía, pues yo lo creía”, dijo.


A los dolres se le sumaron moretones en el cuerpo. Beatriz creía que le pegaban en la escuela, pero lo descartó cuando la niña empezó a manifestar cansancio extremo, por lo que inmediatamente la llevó a un doctor que le detecto la enfermedad.


Desde ahí empezó su calvario, pues durante cuatro años ha sido viajar constantemente de Ixtepec al Hospital de la Niñez, en Oaxaca. Primero cada semana, después cada quince días y ahora viaja cada mes.


Ahorita está en vigilancia, quiere decir que ya no le dan quimioterapia, ya nada más venimos cada mes para hacerle un estudio de sangre y constatar que no le vuelva la enfermedad
 



Apoyo de AMANC


Beatriz y su hija han recibido el apoyo de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), quienes les han brindado hospedaje, alimentación y orientación, tanto a ellas como a otras 124 familias en situación similar, todas originarias de diferentes comunidades del estado.


La directora de esta Asociación Civil, Marlen Rodríguez, explica que este centro llegó hace 15 años a Oaxaca y desde hace seis, se abrió un albergue en el que hospedan a los niños enfermos y sus familias, y les brindan apoyos como alimentación, hospedaje, acompañamiento psicológico, ludoteca y desarrollo humano.


 




El cáncer infantil ocupa el segundo lugar como causa de muerte en nuestro país, en la población de entre 4 y 15 años. FOTO: Giovanna Martínez

 


El albergue tienen capacidad para 20 niños y actualmente 125 reciben los servicios de la asociación, muchos de ellos viajan de sus comunidades constantemente para recibir sus tratamientos.
Apoyamos a niños de 0 a 18 años de edad con diagnostico de cáncer infantil, el objetivo es que ellos no abandonen el tratamiento que puede durar de dos a cuatro años, dependiendo del caso”, dijo.


La directora indicó que entre los cánceres infantiles más frecuentes están lag leucemia linfoblástica aguda, los linfomas y los osteosarcomas.


Entre sus funciones también está el de promover el tema del cáncer infantil, para que los padres y médicos lo detecten a tiempo, pues podría ser curable en un 70 por ciento de los casos.
Indica que en el albergue existen 35 menores en vigilancia, quienes acuden de forma mensual o anual a revisión médica. Si después de 5 años no hay síntomas de que regrese el cáncer, el niño es un sobreviviente de esta enfermedad.


Campaña “tapitas”


Esta campaña inició en diciembre de 2016 y hasta el momento AMANC ha recopilado 10 toneladas, además de fomentar el reciclaje, se poya a los niños con cáncer y al medio ambiente.


“Solicitamos tapas de plástico que vengan limpias y embolsadas. Éstas las vendemos a una recicladora que nos paga en efectivo a la cuenta bancaria y con ese dinero pagamos servicios urgentes o de mayor necesidad en el albergue, como el pago de luz, suministro de gas, combustible y artículos de primera necesidad”, explica Marlen Rodríguez.
Asegura que en la asociación hace falta recurso humano y la forma de ayudar es donando tiempo para contarles cuentos a los niños, jugar o realizar alguna otra actividad.


Además, se pueden realizar donativos a la cuenta bancaria deducibles de impuestos o donativos en especie como ropa, juguetes, calzado, muebles de uso o nuevos en buen estado.


Para que este centro continúe en marcha, se necesitan un millón 600 mil pesos anuales para cubrir las diferentes necesidades, pues la demanda de servicios va aumentando y se están quedando sin espacio.


“La gente debe crear conciencia, se necesita que confíen en AMANC y que donen, pues el dinero está destinado a los niños que más lo necesitan” dice.

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