Agencias
La cantante Zayda Peña, estrella del género musical Regional Mexicano, jamás imaginó que su vida y su carrera terminarían de manera tan violenta, brutal y escalofriante.
La joven artista de 26 años, sobrevivió a un ataque armado en un motel, donde hubo dos muertos. Fue llevada de urgencia a un hospital malherida, pero en ese lugar fue rematada por un sicario.
Los inicios de su carrera
Cuando Zayda nació el 5 de marzo de 1981, su madre, Blanca Aidée Arjona, abogada y agente del Ministerio Público en Matamoros, Tamaulipas, no imaginaba que su hija iba a ser cantante.
A los 16 años, mientras estudiaba el bachillerato, Zayda le anunció a su madre que quería ser cantante.
Por ello, se incorporó a una agrupación amateur conocida como la Rondalla Femenina de Matamoros.
Destacó por su voz, su carisma deslumbrante, sus llamativos ojos verdes y su cabellera rubia. Así fue como aprendió a cantar en público y a perder el miedo.
Su madre acabó por aceptar que ésta era su vocación y dejó que estudiara canto y siguiera trabajando para llegar a ser intérprete.
Fue así que conoció a Lupe Esparza, el vocalista del grupo Bronco, quien la apadrinó. En 1997 apareció su primer disco de balada romántica, llamado 'Enamorada' y grabado de manera independiente.
Siguiendo el consejo de Esparza, se unió a otros talentosos músicos del género regional mexicano para crear la agrupación Zayda y los Culpables.
Pronto, esta variante musical, con letras acerca de amores posibles e imposibles, ganó muchos adeptos entre los cárteles de la droga, por lo que sus temas comenzaron a tocar terrenos más escabrosos, como narco, contrabando y la muerte, dando origen al narco-corrido.
Sin embargo, Zayda se mantuvo al margen de estos y prefirió que sus composiciones de amor y pérdida, las cuales le fueron abriendo puertas en plazas de México y el sur de los Estados Unidos.
Su enigmática vida personal
Entre 1998 y 2006, Zayda y los Culpables grabaron nueve producciones discográficas. Sin embargo, en su vida personal, Zayda se sentía muy sola y en sus entrevistas hablaba al respecto de un modo indirecto.
Algunos aseguran que la razón por la que Zayda no encontraba una relación sentimental que la hiciera sentir plena, era porque no se sentía cómoda con los hombres que la pretendían.
Las letras de sus canciones siempre eran sutiles y ambiguas al respecto del amor no correspondido y al rechazo social. Esto llevó a especular a los medios al respecto de su sexualidad.
Algunos promotores afirmaron que llevaba una vida muy discreta y que su relación sentimental más seria era con Ana Bertha González, una joven con la que siempre se hacía acompañar en eventos, fiestas y reuniones.
Una noche de horror
Nadie sabe cómo sucedieron las cosas la noche del viernes 30 de noviembre de 2007 en la ciudad fronteriza de Matamoros.
En el motel Mónaco, ubicado sobre la avenida Rigo Tovar, la habitación número 11 fue el escenario de un crimen dantesco.
De acuerdo a los primeros informes, al filo de las 23:55 horas, la Policía recibió una llamada donde se informaba que se encontraban dos personas al parecer ya sin signos vitales, en el Motel Mónaco.
Las autoridades encontraron a Ana Bertha González, la íntima amiga de Zayda Peña, que presentaba un impacto de bala en el cuello y a Leonardo Sánchez, un empleado del motel, con un balazo en el cráneo.
Una mujer herida de gravedad fue identificada como Zayda Peña Arjona, que presentaba un impacto que le entró por la espalda y le salió por la barbilla.
Testigos señalaron que alrededor de las 11 de la noche, un vehículo Chevrolet Safira, modelo 2006, color cereza, hizo su llegada al lugar y tras pagar por el uso de la habitación, se estacionó frente a la cabaña 11. Este vehículo era propiedad de Zayda, y la persona que pagó fue Ana Bertha.
De la habitación, media hora más tarde, llamaron a la recepción y pidieron unas botellas de agua mineral. Eso fue lo que llevó al empleado Leonardo Sánchez, a encontrar la muerte.
Los trabajadores del motel manifestaron que después un vehículo a alta velocidad entró al motel y se dirigió al cuarto donde estaba Zayda. Luego se escuchó una discusión, ruidos y los disparos.
Fue después de oír seis detonaciones de arma de fuego, que el gerente en turno llamó a la Policía de Matamoros, la cual descubrió el doble crimen y a la cantante apenas aferrándose a la vida.
Nadie pudo explicar qué era lo que hacía Zayda con Ana Bertha en el motel Mónaco, donde los empleados testificaron que se habían reunido en numerosas ocasiones.
Zayda fue llevada al Hospital General "Alfredo Pumarejo". Una cirugía de emergencia le salvó la vida y fue trasladada al área de terapia intensiva.
Las autoridades buscaron a la madre de Zayda, Blanca Aidée Arjona en su domicilio para notificarla. Ella desde 15 años atrás se había desempeñado como agente del Ministerio Público de la Procuraduría de Justicia estatal, estaba acostumbrada a esta clase de situaciones, pero nada la había preparado para esta pesadilla.
Blanca Aidée alcanzó a ver a su hija en terapia intensiva, pero ya no pudo hablarle. La madre de Zayda se retiró del hospital alrededor de las 04:00 horas.
El enviado de la Muerte
Poco antes de las 6 de la mañana del sábado 1 de diciembre de 2007, mientras Zayda estaba la sala de terapia intensiva del Hospital General Alfredo Pumarejo de Matamoros, Tamaulipas, un misterioso sujeto se internó en el nosocomio.
Era parte de un escuadrón que se introdujo en las instalaciones de salud. Iba armado con una pistola tipo escuadra.
Se acercó hasta el área de terapia intensiva. Sin hacer ruido, le apuntó a Zayda y la remató a balazos, ante la mirada aterrada de doctores y enfermeras que atendían a otros pacientes. Los guardias de seguridad no pudieron hacer nada para evitarlo.
La llamada de alarma movilizó a los cuerpos policiacos. Pero quince minutos más tarde, en las cercanías del puente internacional Puerta México, la Policía Municipal reportó un vehículo abandonado, en el que presuntamente huyó la persona responsable de herir a Zayda y dar muerte a Ana Berta y a Leonardo.
La Policía Ministerial encontró en el interior de la SUV Dodge Intrepid, con placas de Texas, un arma de fuego calibre 380, sin huellas.
De acuerdo a los datos proporcionados por los empleados del motel, las características del auto que entró a toda velocidad coinciden con el encontrado abandonado en el puente internacional.
En la Policía Ministerial del Estado se informó que buscaban a un hombre, pareja sentimental de Ana Bertha González, y sostuvieron la teoría de un crimen pasional.
Por su parte, Blanca Aidée, la madre de Zayda, se rehusó a aceptar que el móvil fuera pasional y presentó la teoría de que el crimen había sido perpetrado por miembros de un cártel del narcotráfico, pero para vengarse directamente de ella, alegando que a lo largo de sus veinte años de trayectoria dentro de la Procuraduría estatal, había mandado a prisión a numerosos miembros de la organización.
La muerte de Zayda Peña quedó sin resolver.
