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Macabrón: Henry Brudos, el terrible "asesino codicioso"

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Estados Unidos vivió en la década de 1960 una revolución en todo sentido, desde lo cultural pasando por lo político, y porqué no con la lucha por llegar al espacio antes que la Unión Soviética, pero también tuvo momentos oscuros con la presencia de diversos asesinos seriales que la asolaron.

Uno de estos fue Jerome Henry Brudos, un temible asesino y necrófilo que mató a cuatro mujeres entre 1968 y 1969, y que por sus criminales actos le valió el seudónimo de "El asesino codicioso".

Nacido en enero de 1939 en la ciudad de Webster, Jerry tuvo una horrenda infancia, ya que su madre lo vestía de niño con ropas de mujer y lo atacaba de forma psicológica constantemente, razón por la cual se cree que el futuro asesino despreció a las mujeres en su adultez.

Mudado a la ciudad de Salem, de pequeño se vestía con ropa femenina y hasta le llegó a robar ropa interior a sus vecinas, situación que hizo que en su época de adolescente vagara por hospitales psiquiátricos o sitios donde era sometido a constantes terapias por su comportamiento.

Fantasía de joven

Su fetiche por los zapatos de mujer hizo que a los 17 años las atacara en plena calle para robarles dicho elemento femenino, por lo que fue detenido y enviado por varios meses a un hospital psiquiátrico de la zona. En ese lugar, los médicos descubrieron que esas fantasías eran producto del odio a sus madres y mujeres y el resultado del mismo confirmó que padecía de esquizofrenia.

Años más tarde comenzó a trabajar de técnico electrónico y se casó con una joven de 17 hijos, con quien tuvo dos hijos aunque sus fetiches nunca terminaron a pesar de todo. Para 1968 comenzaron los cruentos crímenes que en su cuenta fueron cuatro reconocidos (se habla de que pudieron ser más), y cuyos cuerpos fueron apilados en el garaje de su casa al cual prohibía a su esposa ingresar.

La primera de las víctimas fue Linda Slawson (19 años), quien era una vendedora de libros y al llegar a la casa de este maquiavelo sujeto, fue atraída al sótano de la vivienda, golpeada y estrangulada. Después cortó uno de los pies con una motosierra y arrojó el cuerpo al río Willamette.

Meses más tarde, Jan Whitney sufrió un desperfecto de su automóvil y Brudos se detuvo y ofreció llevarla a su casa para que llame a una grúa, algo que la víctima aceptó y fue su martirio. La estranguló, violó, fotografió el cuerpo que mantuvo por días en su garaje, luego rebanó sus pechos y tiró el cuerpo al mismo río.

Ya en 1969, la nueva víctima fue Karen Spirnkler (18), quien fue secuestrada por Brudos, llevada al garaje del sujeto, obligada a sacar fotos desnuda para después ser estrangulada y violada. Al final tuvo el mismo modus operandi el corte de una parte de su cuerpo y el cadáver arrojado al río.

En abril de ese año, el matador intentó secuestrar a dos mujeres para realizar el mismo cometido, pero estas escaparon y fueron el comienzo del final del asesino, ya que reportaron la situación a la policía, quien hasta ese momento estaba desconcertada y estos hechos le abrieron la puerta para una futura detención.

La última mujer atacada por el asesino fue Linda Salee, que sufrió la misma situación que las anteriores víctimas, y su cuerpo también terminó en el fondo del río Willamette.

Finalmente, las pistas encontradas por la policía dieron con el asesino quien fue detenido y enjuiciado en la ciudad de Salem, por los hechos, fue condenado a tres cadenas perpetuas consecutivas y fue enviado a la Penitenciaría del Estado de Oregon, donde fue blanco de ataques de otros presos hasta su muerte el 28 de marzo de 2006 a causa de un cáncer de hígado.

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