TUXTEPEC, Oaxaca.- El hombre y la mujer que protagonizaron una de las historias de vida más escalofriantes, al llevar sentado en el asiento del copiloto de la camioneta en la que se transportaban a una persona muerta, no son pareja sentimental, ni nada que se le parezca, son hermanos de sangre.
Roberto Felipe "N" y Adriana "N" dijeron tener su domicilio en la comunidad de Las Prietas, perteneciente a la jurisdicción municipal de Tierra Blanca, desde donde la mañana del jueves 31 de agosto salieron de su domicilio a bordo de una camioneta, llevando sentado a su papá en el asiento del copiloto.
La camioneta es una Chevrolet, color negro, con placas de circulación XV-64-270 del estado de Veracruz, agregando que su objetivo era llegar al hospital en Tierra Blanca, donde el plan era decirles a los médicos antes de ingresar, que su progenitor acababa de fallecer, todo era parte de un plan orquestado bajo una mentira.
Tanto Roberto Felipe "N" como Adriana "N" andaban bajo los influjos del alcohol, situación que comprobó cuando chocaron su camioneta contra un taxi por no respetar la preferencia de la avenida Iturbide, ahí los hermanos armaron un sainete, que terminó con ellos detenidos en los separos.
Antes de ser llevados ante las autoridades, los dos hermanos discutían fuertemente entre ellos, incluso agarrándose a golpes y gritándose: “Perro te dije, ya nos descubrieron”, esto en relación a que los uniformados que acudieron al servicio descubrieron que el pasajero que llevaban, no tenía signos vitales.
Tras verse descubiertos y con la resaca a todo lo que daba, estos sujetos reconocieron ante las autoridades que el cadáver que llevaban en la camioneta era de su padre, el cual había muerto desde un día antes, -miércoles 30- al interior de su domicilio, situación que luego de las investigaciones, pudiera causarles serios problemas.
