En los años 90 existió un hombre que aterrorizó y dejó paralizado a todo el estado de Chihuahua e incluso a México, por cometer terribles crímenes contra mujeres que incluso tenían similitudes con los que llegó a cometer Jack “El destripador” y justo de ahí viene su sobrenombre.
Pese a que los homicidios perpetrados por Jack ocurrieron en 1888, Abdel Latif Sharif, quien era originario de Egipto, se inspiró en el modus operandi de este asesino para cometer por lo menos 17 feminicidios, pero ¿quién era este hombre y cómo es que llegó a Juárez?
Abdel Latif Sharif, mejor conocido como “El destripador de Ciudad Juárez”, nació el 19 de septiembre de 1947 en Egipto y en ese país vivió durante su infancia, la cual fue bastante triste, pues fue abusado sexualmente por parte de sus padres y otros parientes cercanos.
A los 12 años se casó por primera vez con su prima que tenía solamente 10 años, sin embargo, años más tarde se separarían, pues Abdel tenía otros planes para su vida.
Este hombre siguió en Egipto parte de su juventud, donde mostró que era muy inteligente pues se graduó de la carrera de Ingeniería Química en la Universidad de El Cairo con un promedio de 9.9, casi excelente. Años más tarde, en 1970 se mudó a Nueva York, donde consiguió un empleo estable, sin embargo, fue despedido debido a que tenía fuertes problemas de alcoholismo.
Posteriormente Abdel Latif se mudó al estado de Pensilvania donde se estableció por poco tiempo, para después mudarse hacia Florida, donde cometió su primer crimen el 2 de mayo de 1981 en Palm Beach.
Mientras Sharif se encontraba en Palm Beach, se acercó a una mujer para ofrecerle trabajo como ama de llaves, sin embargo, todo era una mentira pues el hombre la secuestró, golpeó y violó. Tras la terrible pesadilla que pasó, la joven lo denunció ante las autoridades, sin embargo, y pese a que fue arrestado momentáneamente, fue liberado bajo libertad condicional.
Un año después de cometer su primer crimen, es decir en 1982, Abdel se mudó a Gainesville, Florida, donde se casó por segunda ocasión, sin embargo, su esposa decidió divorciarse de él luego de que él la golpeara hasta dejarla inconsciente.
Posteriormente, Abdel se mudó a Texas, donde asesinó a una mujer más de apellido Díaz, sin embargo, jamás se le juzgó por sus crímenes (que fueron cinco en total en ese país) y fue hasta 1994 cuando fue deportado de Estados Unidos y se mudó a vivir a Ciudad Juárez.
El primer crimen que Abdel Latif cometió en México, fue un año después de haber llegado a vivir a Ciudad Juárez, es decir en 1995, cuando secuestró por tres días, golpeó, violó y amenazó de muerte a una joven de sólo 19 años de edad llamada Blanca Estela Díaz. Pese a que ella denunció, una vez más las autoridades aseguraron que no había pruebas de la acusación, por lo que Sharif quedó libre.
En ese mismo año, una joven llamada Eunice reportó la desaparición de su hermana Elizabeth Castro, una adolescente de 17 años que presuntamente tenía una relación amorosa con Abdel, por lo que se le señaló como el principal sospechoso.
Luego de un tiempo, las autoridades encontraron un cuerpo que tenía las características de la joven desaparecida, por lo que creyeron que podría ser ella, sin embargo, no fue así, pues Elizabeth apareció tiempo después con vida y se descubrió que el cadáver hallado pertenecía a Silvia Rivera, otra joven que había desaparecido desde marzo de 1995.
Pese a que testigos aseguraron que Silvia Rivera Salas había sido secuestrada por dos sujetos y subida a la fuerza a una camioneta, las autoridades arrestaron a Abdel como el responsable del crimen y lo sentenciaron a 60 años de prisión.
Sin embargo no sólo lo culparon de la muerte de Silvia Rivera, sino que, en ese momento había una ola de feminicidios en Juárez, por lo que lo responsabilizaron de la muerte de otras 17 mujeres y debido a que los cuerpos de varias de ellas tenían las entrañas expuestas, se le empezó a llamar “El destripador de Ciudad Juárez”.
Aún cuando Abdel Latif se encontraba en prisión, continuaban apareciendo cuerpos de mujeres en las mismas circunstancias, por lo que las autoridades aseguraban que él controlaba los homicidios desde prisión y que incluso pagaba a una banda llamada “Los Ruteros” para que cometieran los asesinatos y así él pudiera librar las acusaciones, sin embargo, esto nunca se confirmó.
Inclusive, la exabogada de Sharif, Irene Blanco, declaró en repetidas ocasiones que él estaba siendo sometido a torturas psicológicas en prisión, que lo drogaban y que constantemente violaban sus derechos humanos, además de que no dejaban que hablara con su defensa, sin embargo, esto también quedó sólo como un rumor.
Durante el tiempo que Abdel estuvo en prisión, se le acusó de más crímenes, de hecho, pese a que inicialmente lo sentenciaron por un homicidio, años más tarde ya lo habían culpado de ser el autor material de 20 asesinatos y el autor intelectual de otros 24, sin embargo, estos crímenes tampoco se le comprobaron.
A Sharif no sólo se le acusó de homicidio, sino que también fue señalado por estar involucrado en otros delitos como secuestro, tráfico de personas y crimen organizado, pese a ello, él siempre afirmó que no era responsable de nada de lo que se le acusaba.
El 2 de julio del 2006, Abdel Latif Sharif murió a los 59 años de edad en un Cereso, a causa de un paro cardiaco y choque hipovolémico, que fue provocado por una hemorragia crónica del tubo digestivo. Fue enterrado en México debido a que no se encontró ningún familiar para repatriar su cadáver. Al funeral asistió Karim El Sadat, en ese entonces el cónsul de Egipto en el país.
