A pesar de la existencia de otras 16 religiones, la mayoría de la población en Oaxaca profesa la católica.
De acuerdo con el Panorama de las religiones en México 2010, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 94.7 por ciento de los tres millones 801 mil 962 habitantes, equivalente a tres millones 064 mil 977, se reconocen como católicos, mientras el resto, 399 mil 468 pertenecen a una religión evangélica.
Entre estas, Pentecostal, Anabaptista o Menonita, Bautista, Iglesia del Nazareno, Metodista, Presbiteriana, Iglesia del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad, la Luz del Mundo, Adventistas del Séptimo Día, Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y Testigos de Jehová, así como religiones de origen oriental, judaica, islámica, de raíces étnicas y espiritualista.
Tanto la religión católica como las evangélicas están consideradas como predominantes, debido a su mayor número de seguidores en localidades rurales de menos de dos mil 500 habitantes, aunque la evangélica registra un aumento gradual en las ciudades.
La religión Pentecostal registra a 167mil 409 miembros, mientras los Testigos de Jehová a 58 mil 222 y la Iglesia Adventista del Séptimo Día, a 34 mil 101 adeptos.
Sin embargo, después de la católica se ubica a un grupo de personas sin religión que asciende a 169 mil 566.
Hasta antes del 2015, estaban reconocidas 192 organizaciones religiosas, entre ellas, 19 católicas y 173 evangélicas, pero para ese año se contabilizaron un total de 219.
Aunque según el Inegi, el incremento de las asociaciones religiosas no sería exacto porque los Adventistas del Séptimo Día, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y los Testigos de Jehová, mantienen sus registros nacionales y no estatales.
Influye la migración
En Oaxaca, la emigración en las regiones de la Mixteca y de las sierras Norte y Sur a los Estados Unidos, ha generado que al regresar sus habitantes vuelvan con otras creencias religiosas y en consecuencia, disminuya el catolicismo.
Sin embargo, esta situación también ha originado intolerancia religiosa y el desplazamiento de decenas de familias.
