SANTA MARÍA TILTEPEC, San Pedro Topiltepec, Oaxaca.- En esta agencia municipal de tierra arenisca de color rojo, el 9 de diciembre de 2009, los habitantes descubrieron fósiles de un mastodonte, en el paraje conocido como la ladera del cerro Jazmín.
Los vestigios fueron desenterrados con apoyo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); sin embargo, cuando se propuso a la comunidad el traslado de los restos a otro lugar para tratarlos, a fin de evitar un mayor deterioro, el pueblo se opuso y optó por mantenerlos en las oficinas de la agencia municipal.
Desde entonces ahí permanecen, en un pequeño espacio construido especialmente para ello.
Envueltos en plástico, con pequeñas etiquetas que identifican cada una de las 32 piezas, mantienen los vestigios con la esperanza de algún día poder exponerlos en un museo comunitario, junto con otras piezas prehispánicas encontradas en su territorio, asentamiento de una comunidad mixteca.
Los habitantes subrayan que es necesario crear un museo comunitario que les permita preservar los vestigios de manera profesional, así como generar un corredor turístico con otras comunidades de la zona que lo mismo cuentan con belleza paisajística, arqueológica y cultural.
"La región Mixteca es de las pobres de la entidad, pero tiene alto potencial turístico; sólo es necesario coordinar esfuerzos entre las comunidades y los gobiernos estatal y federal, para impulsar el desarrollo de la zona".
El primer descubrimiento
El señor Esteban Santiago recuerda que ese 9 de diciembre, su amigo Lucio García Ramírez y su esposa se presentaron en su casa con un molar enorme, de un animal hasta entonces desconocido por ellos, que se encontraron en el predio propiedad de la señora Catalina García.
“Serían como las 9:00 horas cuando me llamaron para mostrarme el molar que traían en una bolsa de plástico. Recuerdo que me dijo: mira lo que nos encontramos y extrajeron la pieza, pero me sorprendí porque nunca había visto una cosa así. Entonces les propuse que dieran parte a la agencia y fue así como se difundió. El que era agente municipal en ese año dio parte el INAH para que vinieran especialistas a sacarlo”.
Manifiesta que el INAH envió personal para extraer las piezas, que no se encontraban juntas. “El molar estaba separado del cráneo, las costillas y parte de las patas, porque otras se deshicieron”.
Añade que fue el personal del INAH quien les explicó que los restos correspondían a un mastodonte, por lo que hasta entonces supieron los habitantes de Tiltepec de la existencia de esos animales, hace ya más de 10 mil años.
“Un grupo de personas de la comunidad participó en las excavaciones, fueron sacando pieza por pieza, pero únicamente los envolvieron con plástico burbuja para protegerlos de la desintegración, los colocaron en unas planchitas de madera y se los trajeron a la agencia”.
El nuevo descubrimiento
En las instalaciones de la agencia municipal informa que ahora acaban de encontrar nuevos vestigios de mastodonte en un sitio distinto al del primer descubrimiento. Ahora fue hacia el sur, en el lugar conocido como la Joya de Yundió.
“Incluso en el pueblo se tuvo conocimiento de otro cerca del río, pero ese sí desapareció; por eso ahora sabemos que los mastodontes habitaron este lugar en tiempos inmemoriales”.
En un recorrido por el lugar del nuevo descubrimiento, se pudo apreciar un hueso grande enterrado entre la tierra colorada. “El hueso es grande. ¿Quién sabe qué parte sea? Si no se saca se va a destruir porque por aquí pasa el ganado. Esta clavado, está grande. Ya lo pisaron los animales, pero se veía un filito del hueso”, expresan todavía con asombro los acompañantes.
Dicen que sería bueno descubrirlos y ponerlos bajo protección, pero reconocen que es trabajo de especialistas, aunque juegan ordenando: “Hazte el cuadro, vamos a sacar los niveles, la orientación, para protegerlo”.
Convienen que es importante que las autoridades federales o estatales los apoyen para crear un museo comunitario, “porque los montículos mixtecos del cerro del Jazmín ya fueron saqueados, en los años 40 supuestamente sacaron riquezas de los habitantes en ese lugar”.
Comentan que con el apoyo de la investigadora de la Universidad del Norte de Arizona, Verónica Pérez Rodríguez, en 2008 se realizaron trabajos de exploración en la zona arqueológica en cerro Jazmín, con el fin de estudiar su trazo urbano.
Expresan que con estos trabajos fue posible determinar que en la zona hubo asentamientos humanos desde 300 años antes de Cristo, cuando algunos moradores construyeron sus casas en las laderas bajas cercanas a los ojos de agua que existen aún.
