Con el lema “Las montañas también cuentan”, por más de cinco años, Omar Christian Santos ha organizado colecta de libros y juguetes para llevar a niñas y niños de comunidades marginadas de la región de la Mixteca, con el fin de cambiar su forma de pensar y quizá también su futuro.
Recuerda que en la localidad de Monte Frío llegó con varios libros a realizar una narración en vivo, además de utilizar su kamishibai, una forma japonesa de contar historias, con lo que consiguió que niñas que tenían como destino casarse después de terminar la secundaria, ahora estén estudiando una carrera universitaria.
“Ahí tienen una mentalidad machista donde el futuro de las mujeres es casarse, tener hijos, dedicarse al campo, pero no piensan en dar una carrera ni estudiar bachillerato. Con este proyecto se logró que muchas niñas estudiaran bachillerato, y que salieran a la ciudad. Sabemos que son muchos factores, pero la lectura ayuda a que crean en ellas, que piensen en un futuro distinto”, declara.
El narrador menciona que esas niñas aún le escriben y le comparten que se acuerdan de las lecturas y cuentos que escucharon con él, por lo que agradecen la lectura; y las actividades cambiaron su vida.
Un poco de paz
Omar relata que él visita las localidades que se encuentran en el límite territorial entre Asunción Nochixtlán y Tlaxiaco, donde son comunes los conflictos armados y asesinatos, por lo que con la lectura, busca pacificar esos lugares.
Afirma que le gusta mostrar a las infancias que hay una vida distinta, diferentes ideologías y no sólo existe el odio y el rencor.
Por ello, subraya la importancia de llevarles las lecturas, narraciones, ya que difícilmente podrán tener acceso a la oferta cultural que hay en las grandes ciudades o que esta cultura llegue a sus localidades.
“Las niñas y niños de ahí son importantes. Tienen que conocer estas manifestaciones para poder empoderarse, pensar, tener libertad en los contextos complicados en los que viven estas comunidades”, destaca.
Historias que atrapan
Cuando el narrador junta una cantidad considerable de libros, renta un burro para entrar en las comunidades, ya que el acceso es difícil y al llegar, no sólo entrega los libros sino también juguetes y hace una narración, ya sea con o sin el kamishibai.
Relata que las historias atrapan a niñas y niños que agarran los libros y se los llevan al campo mientras están pastoreando o haciendo trabajos en estos lugares, pues es su principal distractor.
Subraya que los libros están transformando la visión que tenían las comunidades, pues antes ellos no sabían qué era un narrador oral o kamishibai y ahora sí, además de que son puertas y ventanas que se abren y los motiva a continuar aprendiendo o buscar una vida distinta, les fortalece la posibilidad de un futuro diferente y que vayan a la escuela.
Omar informa que ha trabajado con ocho comunidades y acercando la lectura y narración a más de 500 niñas y niños de estos lugares, por lo que espera que siga ocurriendo y llevarles un poco de entretenimiento y diversión para cambiar el contexto y mentalidad que tienen.
“Esperamos que este año haya un buen apoyo y la gente se sume a estos proyectos para que podamos llegar a las comunidades que podrían necesitar el apoyo”, estima.
Las cifras
500 niñas y niños han sido beneficiados
8 comunidades ha visitado y dejado libros
5 años cumple llevando la lectura a las montañas
Recepción de libros y juguetes:
Hasta el 6 de enero.
Comenzarán a llevar las donaciones a partir del 18 de diciembre.
¿Dónde donar o apoyar?
951 655 4877
