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Sara pedalea 11 kilometros para acudir a su servicio social en Oaxaca

Sara Piper
Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

Todos los días Sara Piper se coloca el casco y con mochila a la espalda recorre 11 kilómetros en bicicleta hacia su centro de servicio social, una escuela de la periferia de la capital de Oaxaca.

Ella es originaria de Múnich, Alemania. Tiene 18 años. Llegó a México como parte de un voluntariado, con el cual, además de aportar conocimientos, busca adentrarse en el aprendizaje de una cultura completamente distinta a la suya.

“Llegué a México porque me interesa mucho la cultura y tradiciones, la gente en general. Me gusta mucho su lengua y quiero practicarla más. Éste es un país interesante. Yo ahora estoy muy lejos de casa, pero es algo que necesitaba para conocer”, expresó.

Su español, aunque no es perfecto, es fluido y le ha permitido comenzar su voluntariado en el Centro Calpulli en el tercer nivel de preescolar en donde asisten niñas y niños de la zona de Lomas de San Jacinto.

Lleva un mes en Oaxaca y tal como lo hace en Alemania, decidió hacer de la bicicleta su principal medio de transporte pues se siente más segura viajando a su propio ritmo.

Aunque no ha estado exenta de acoso callejero, considera que éste es un medio de transporte que disminuye ser víctima de ese tipo de agresión, además de proporciona confianza en una misma y es amigable con el medio ambiente.

“A mí me encanta mucho ir en bicicleta porque es más ecológico y económico. Mi padre siempre anda en bici y eso es algo que yo también realizo, eso me recuerda a mi familia. En general prefiero la bici que otros medios de transporte. Es muy difícil manejar bici aquí que en Alemania porque el tráfico es muy diferente. Aquí es mas caótico y no tienen un sistema de ciclopista, sólo tienen un camino”.

La cultura del uso de la bicicleta en Europa es notablemente diferente a la de México. En muchos países europeos, se fomenta y premia su uso como medio de transporte.

Una fórmula cada vez más extendida es pagar a los empleados por dejar sus autos en casa y optar por la bicicleta.

La historia de Sara nos recuerda la importancia de la bicicleta como medio de transporte sostenible y cómo su elección de pedalear no solo la conecta con su familia y sus raíces, sino que también contribuye a un estilo de vida saludable y respetuoso con el medio ambiente.

En naciones como el Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos y Francia, existen subvenciones que promueven el uso de la bicicleta, especialmente con la creciente popularidad de las bicicletas eléctricas. Por ejemplo, en Países Bajos, la subvención por kilómetro en bicicleta ha aumentado este año de 19 a 21 céntimos.

En Francia, esta suma puede llegar hasta los 800 euros anuales.

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