En 1997, el maestro Rodolfo Morales llegó a Santa Ana Zegache para restaurar el templo de esa localidad; no obstante, su principal objetivo era enseñar a los habitantes diferentes técnicas de restauración y mitigar la migración.
Así comenzaron a capacitarse varios jóvenes, entre ellos Mónica Galván Cruz, quienes aprendieron las técnicas para rescatar y así crear un taller de restauración, por lo que nació Proyecto Zegache, cuyos trabajos han sido reconocidos y recientemente fueron seleccionados para diseñar y crear el cetro de la Diosa Centéotl 2023.
Mónica, quien ahora es directora del Proyecto Zegache, recuerda que el maestro Rodolfo Morales la invitó a ella y a otras 15 mujeres a que trabajaran restaurando la pintura del mural y aprendieran el arte de la restauración con Manuel Serrano, quien en ese entonces estaba trabajando en el templo de Santo Domingo de Guzmán en la aplicación de hoja de oro.
“El maestro hizo muchas visitas a Santa Ana Zegache; nos enseñó la técnica con pintura con temple de huevo”, expone.
Generar empleos
Mónica recuerda cuando estaban restaurando los espejos del templo, les preguntaban si podían venderlos y fue así que comenzaron a hacer réplicas y generar empleos para las personas y evitar la migración.
“El maestro Rodolfo veía a las abuelitas cuidando a los niños, a mamás solas y él quería desalentar la migración formando talladores, carpinteros y restauradores”, recuerda.
A pesar de la muerte del maestro Rodolfo Morales en 2002, la maestra restauradora Georgina Saldaña siguió el sueño de que los habitantes de Santa Ana Zegache dejaran de migrar y supieran el oficio -además de volverse autosuficientes- que tenía el pintor.
Fue así que en 2015 nació Proyecto Zegache donde no sólo se dedicaban a la restauración con hoja de oro sino también a tallar madera, carpintería con un estilo barroco, apoyado por algunas fundaciones.
La directora comparte que el sueño de Rodolfo Morales se cumplió, ya que muchos de los que comenzaron en este proyecto, han conseguido trabajos en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o talleres de restauración y de alebrijes, tal como lo que él quería.
Cetro de la Diosa Centéotl
Mónica comparte que actualmente venden réplica de espejos, marcos especiales, objetos de uso cotidiano, acabado barroco, madera de cerro, cola de conejo, técnicas que tienen, objetos de uso cotidiano, abrecartas, peines, dijes, aretes, placas de apagadores de luz, servilleteros y más.
Relata que varias de sus obras están a la venta en Aripo, por lo que la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca la invitó a participar en la convocatoria para diseñar y crear el cetro de la Diosa Centéotl de este año.
Afirma que los siete integrantes de su taller comenzaron a trabajar en la propuesta, tuvieron que investigar sobre la historia y fue que participaron y fueron seleccionados.
“Cuando nos avisaron que nos seleccionaron fue un reto, porque tuvimos dos semanas para crear el cetro. Trabajamos día y noche en el tallado de la madera que es cedro; influía el clima, pero el resultado fue satisfactorio”, comenta.
Mónica señala que su obra será vista por muchas personas como lo han sido sus demás piezas que se han expuesto en Nuevo León, Jalisco, Colima, Veracruz y Querétaro.
1997
año en que comenzaron a aprender la técnica de restauración
7
personas trabajan en el Proyecto Zegache
40
minutos separan a Santa Ana Zegache de la ciudad de Oaxaca
“Cuando nos avisaron que nos seleccionaron fue un reto, porque tuvimos dos semanas para crear el cetro. Trabajamos día y noche en el tallado de la madera que es cedro; influía el clima, pero el resultado fue satisfactorio”.
Mónica Galván Cruz, Directora del Proyecto Zegache
