Octavio Vélez Ascencio
Ante las injusticias, la corrupción y el hambre en Oaxaca, el párroco de El Sagrario Metropolitano, Alejandro Rodríguez González llamó ayer a los católicos volver su corazón a Dios para ser verdaderos testigos de Cristo en la tierra, sin falsedades y sin mentiras,
“Nadie escapa al juicio de Dios, nadie escapa a la verdad de Dios”, asentó.
En la homilía de la misa dominical oficiada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, durante la solemnidad de la Ascensión del Señor, el sacerdote sostuvo que los creyentes tienen la gran necesidad de volverse a Dios y buscar los bienes de arriba, para hacer los grandes cambios en su vida.
“Busquen los bienes de arriba, la justicia, la paz, la verdad, pero muchos se empeñan en los bienes de abajo y en esa búsqueda, atropellan, denigran y destruyen la dignidad de la persona humana”, asentó.
Por eso, expuso que en Oaxaca y en México existen muchas injusticias, corrupción, hambre y migración, porque muchos católicos viven oprimiendo a sus hermanos.
“¿Por qué hay más de 100 mil desaparecidos en el país?, ¿por qué hay tanto en el dolor en el corazón de tantas madres, de tantas familias, de tantos hogares?”, cuestionó.
De este modo, subrayó que los fieles cuando vuelvan su corazón a Dios podrán aspiran a los bienes de arriba y ser verdaderos testigos de Jesús en la tierra.
“Solamente así podrán ser testigos de la reconciliación en este país tan confrontado, ser testigos de la verdad, porque muchas veces escuchamos de una cosa y otra para tratar de mil maneras justificarse y ocultar lo que siempre hemos conocido, la corrupción, que tanto daño nos ha hecho como nación”, añadió.
Destacó que muchos católicos con las mismas manos bendecidas por Cristo destruyen, ofenden, lastiman, golpean y despojan a sus hermanos.
“Toman lo que no les corresponde y se llenan las manos de lo que a otros les toca, porque se alejan de Dios y cometen las peores injusticias y los peores actos”, indicó.
Resaltó que los creyentes necesitan asumir su responsabilidad en este momento histórico y no ser indiferente frente a las actuales condiciones de Oaxaca y México.
“Vivan este momento y miren para arriba para hacer algo por esta ciudad y por el estado”, recalcó.
El presbítero dijo que la justicia resulta fundamental en Oaxaca para terminar con la gran desigualdad y así la mayoría de sus habitantes sean partícipes de la riqueza en el estado y no se acumule en las manos de unos cuantos.
“También es importante la paz para transitar en las calles y regresar en santa paz, porque no podemos seguir viviendo con el Jesús en la boca. Ese no es el Oaxaca que Dios quiere para sus hijos”, finalizó.
