Citlalli López Velázquez
Su rechazo es firme y no hay vuelta atrás. “No queremos el centro de transferencia de basura”, afirman con cartelones pegados por las calles que circundan el inmueble 1027 de la calle de Colón en el Barrio los 7 príncipes en el Centro Histórico.
Fue el pasado 28 de abril cuando habitantes de la zona se percataron de que personal del Ayuntamiento capitalino se encontraba realizando acciones de limpieza en el predio que anteriormente servía como estacionamiento de la empresa Tusug.
Ahí les informaron que el lugar serviría para reubicar el Centro de Barrido y Almacén de carritos de Residuos Sólidos pertenecientes a la Secretaría de Servicios Municipales, actualmente establecido en el barrio de Jalatlaco.
“Como vecinos no estamos de acuerdo en que se transfiera hacia acá”, indicó Mireya Sanabia, integrante del Comité de Vida Vecinal (Convive) de los Siete Príncipes.
Su negativa fue expresada a la autoridad municipal a través de un documento entregado el 29 de abril dirigido a las regidurías y la dirección de sanidad.
El escrito fue firmado por tres Convives a quienes les fue agendada una mesa de trabajo realizada el pasado lunes.
“Ahí no nos presentaron proyecto alguno que demostrara que era factible y viable el centro de transferencia.”, señaló.
Micaela Cruz, quien habita frente al 1027 de Colón, indicó que la reubicación del centro de barrido establece una amenaza a la salud de quienes viven en el lugar tanto por el ruido, la presencia de basura, malos olores y la generación de fauna nociva.
Alina, también vecina de la zona indicó que la mayor parte de la población en el barrio son adultos mayores y muchos enfermos por lo que requieren de un ambiente de tranquilidad.
Gelasio Hernández, quien es médico y habitante de Colón, señaló que este tipo de lugares representan un riesgo a la salud porque son focos de contaminación del aire, el suelo y el ambiente.
“Puede generar plagas y fómites que pueden llegar a las viviendas. Hay menores de edad, niños lactando, mujeres embarazadas, personas adultas que quedaron con efectos secundarios al COVID-19, tienen enfermedades respiratorias y esto aumenta esa exposición. Estamos preocupados”, indicó.
En este sentido pidió revisar los reglamentos de Centro Histórico y leyes que protegen el medio ambiente para no crear un problema en donde no lo hay.
