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Ni quien vigile; Ley Antichatarra no se aplica en el Istmo de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Alfonso Tapia Barrita

SALINA CRUZ, Oaxaca.- Como "inútil" y "letra muerta" califican docentes, padres y madres de familia la famosa "Ley Antichatarra" que entró en vigor en Oaxaca el 4 de septiembre del 2020, tras ser aprobada un mes antes por la anterior Legislatura local.

En su momento, esta iniciativa acumuló los reflectores, incluso por parte de la Unicef, que la calificaron como una estrategia inteligentes contra la obesidad infantil. 

La esencia de esa ley fue prohibir la distribución, venta, regalo y suministro de bebidas azucaradas y alimentos chatarra a menores de edad; objetivos que están muy lejos de alcanzarse, al menos en la región del Istmo de Tehuantepec.

Al respecto, Norma Fabián, vecina de la colonia Morelos de Salina Cruz y cuyos menores hijos cursan la educación primaria en la escuela Emiliano Zapata, señaló que desde hace más de dos años en que anunciaron está ley, en el centro escolar de sus hijos hubo revuelo, pero no se hizo efectivo el sentido de esta norma, las ventas de refrescos, galletas, botanas, dulces y toda clase de productos empaquetados continúa haciéndose con normalidad en las afueras.

"Si se pretende subvertir malos hábitos como es el consumo de esta clase de alimentos, se debe comenzar desde la casa, en el hogar, haciendo que los menores lleven sus propios bocadillos o alimentos y agua para beber, porque lo más fácil para los padres es darles dinero a sus hijos y ellos que vean que van a comprar", opinó la mujer.

Por su parte Fabiola Leal, quien es docente de una conocida universidad en esta ciudad, explicó las dificultades que entraña regular la venta de productos chatarra en cualquier plantel; "aquí por ejemplo hay un solo local para toda la escuela y es donde se consigue toda clase de frituras y refrescos, como la gente las compra no deja de ser negocio a pesar de la prohibición".

"Es un mal hábito la adquisición de estos productos, sabemos que consumirlos en exceso tiene sus consecuencias, pero no dejamos de hacerlo, habría que mejorar nuestra alimentación y educarnos desde el hogar, ya que es de donde traemos esa mala costumbre, no solo se trata de regular lo concerniente a su venta o prohibición, sino de revalorizar la enseñanza de buenos hábitos alimenticios desde el hogar", agregó.

Regreso a clases 

Por su parte, Luis Armando Cortés, prefecto en la escuela secundaria Moisés Sainz de San Pedro Huamelula, indicó que en un principio, cuando entro en vigor esta ley, la señora de la tienda dejó de vender refrescos, galletas, botanas y dulces, los sustituyó por aguas frescas, tortas y quesadillas que son un poco más nutritivos, pero cuando se vino lo de la pandemia del
COVID-19, lo avanzado se vino abajo, lamentó.

"Con el retorno a clases desde el año pasado, aunque se ha retomado la idea de romper con estos malos hábitos alimenticios y de que en el local se ofrezcan alimentos saludables, por así decirlo, saliendo de la escuela los menores con su dinero pueden comprar lo que les venga en gana, en la escuela hacemos lo necesario para mitigar estos malos hábitos, pero si no hay acciones de parte de la familia y otras autoridades, no hay mayor repercusión con esta medida", opinó.

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