Desde hace más de 30 años, la familia de Hilda García Pérez se ha dedicado a la creación de arreglos florales con totomoxtle, además de vender todo tipo de artesanías de palma y carrizo.
Sin embargo, fue hasta 2017 cuando Hilda vio que sobraban restos de totomoxtle después de haber creado las artesanías, por lo que quiso aprovecharlas y creó bisutería artesanal.
Recuerda que su mamá tenía guardadas algunas canastas con palmas que ya llevaban mucho tiempo sin utilizarse, por lo que comenzó a hacer aretes para sacar esa mercancía.“
Empecé a buscar todo lo que sobraba y como son muchos los artesanos que trabajan con nosotros, ya sea de palma o carrizo, les pedí si podrían ayudarme con algunas figuras y reducir los sobrantes”, expone.
Mini Guelaguetza
La artesana recuerda que los primeros aretes que hizo fueron de sombreros pequeños de palma y después de escobas de comal, sopladores y todas las artesanías que se regalan en la Guelaguetza.
Asimismo, sus clientes le pedían hacer más modelos, además de otras opciones como aretes, collares, pulseras y conjuntos de aretes y pulseras hasta darse a conocer en diferentes partes del estado.
Afirma que los nuevos productos que tiene como los aretes en forma de papel picado han sido los más difíciles de hacer, ya que a la hora de pintar, la pintura tarda en adherirse a la madera.
Hilda explica que hay veces que debe primero colocar una base de pintura blanca, luego otra de pintura del color que sea, pero hay colores que de todas maneras no adhieren, lo cual le ha hecho perder algunos productos.
Sin embargo, comparte que su producto estrella son las pulsera hechas de palma a las cuales les agrega un nombre o alguna frase, pues han sido pedidas en el estado y otros países.
Ya exporta
Hilda menciona que sus productos ya se han exportado a Texas y Los Ángeles en Estados Unidos, esto gracias a las redes sociales que es donde se ha hecho publicidad en los últimos años.
Además, le han compartido fotografías de sus productos en Marruecos, Colombia, España, Italia, Japón, Cuba, Canadá y otras ciudades de Estados Unidos, lo cual la anima a seguir trabajando y creando más artesanías.
Afirma que este gran brinco lo dio durante la pandemia por la COVID-19, cuando todos los negocios cerraron, por lo que tuvo que abrir sus redes sociales y comenzar a buscar clientes desde ahí.
“Me dieron un consejo de que si no te buscan, tú busca a tus clientes y lo hice a través de redes sociales”, explica.
La emprendedora aunque sigue vendiendo en redes sociales, también oferta sus productos en el área de artesanías en el Mercado de Abasto junto a su familia y donde la han ido a buscar para que sus productos sean conocidos por todo el mundo.
Relata que hace unos años hubo un encuentro de cineastas en el que vinieron representantes de 75 países y cada uno de ellos se llevó una artesanía hecha por su familia, lo que quiere decir que en estos lugares hay un poco de Oaxaca.
Estima que su negocio siga creciendo y conociéndose en pasarelas y exposiciones de productos artesanales y que en un futuro cercano pueda expandir su negocio y tener una tienda virtual.
Algunos de sus productos
- Sobreros de palma
- Huaraches
- Canastas
- Escobas de comal
- Sopladores
