Además de evidenciar una aguda crisis de agua en toda la Ciudad de Oaxaca, esta escasez en el Hospital Regional Presidente Benito Juárez del ISSSTE evidencia la urgencia de sustituir una infraestructura que se utiliza desde octubre de 1970.
“Aparte de que el domingo nos quedamos sin agua, hay problemas con la electricidad y las tuberías están en muy mal estado”, denuncia la secretaria general de la Sección 25 del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, Lucía García Alavez.
Las fugas más recientes se presentaron esta semana. Una en el sanitario que utilizan médicos y médicas residentes en el servicio de ginecología.
La segunda fuga reportada ocurrió en el lavamanos con sensor del servicio de diálisis peritoneal, en el piso de medicina interna, donde existen cubículos para realizar este procedimiento a alrededor de seis pacientes.
#Oaxaca| Personal de enfermería y familiares de pacientes internados en el Hospital Regional Presidente Juárez protestaron ante la escasez de agua potable en el nosocomio, ya que les llega de color café, lo que expone a los pacientes a enfermedades. https://t.co/ltLndP19Ye pic.twitter.com/9vOkL6RO6E
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) March 12, 2024
Un primer intento para evitar la fuga de agua fue cerrar la llave de paso del lavamanos de sensor donde se hace el intercambio de bolsas de diálisis, pero “no se podía ni hacer eso, las tuberías del hospital están mal, hay fugas por donde quiera”.
Otro ejemplo de la falta de mantenimiento al hospital es una manija descompuesta en una puerta de medicina interna, donde el personal colocó tela adhesiva para evitar que se cierre y no puedan abrirla.
Semanas antes de que el domingo el hospital se quedara sin agua, un subcomite de seguridad e higiene recorrió el hospital y escucharon en voz de los trabajadores la necesidad de limpiar las cisternas que ahí existen, pero esta acción se programó hasta estos días.
La falta de agua se empezó a resentir de manera más intensa en las semanas recientes y al bajar el nivel en las cisternas del hospital, comenzó a arrastrar lodos y sedimentos que hace que por las mañanas el agua que llegue por las tuberías esté turbia.
Las condiciones del agua tuvieron tal impacto que las cirugías programadas debían retrasarse, pero al paso de los días el agua comenzó a ser insuficiente y la higiene de manos se cumplía con gel antibacterial.
“Sin agua se retrasan las cirugías, si llega sucia el personal debe esperar a que se aclare, verificar que no salga con sedimentos sino limpia”, reconoció la representante sindical de más de 800 trabajadores.
Si bien las inconformidades por la falta de agua sólo se expresaron el domingo al mediodía por parte de personal que laboraba y familiares de pacientes que hicieron saber las repercusiones en la atención, Lucía García aclaró que el problema se subsana, pero no está resuelto de fondo.
“No se ha suspendido el servicio. El personal trata de ahorrar agua, pero hay fugas constantes. Requerimos un nuevo hospital para que se dejen de hacer composturas con las que no se terminan”, puesto que el nosocomio fue puesto en operación desde el 30 de octubre de 1970.