El reciente aumento en el precio del azúcar ha provocado un encarecimiento del pan de dulce, afectando directamente las mesas de algunas familias en Oaxaca.
La historia de Aura, madre de cuatro hijos, refleja cómo este ajuste ha obligado a recortar tanto la cantidad como la frecuencia de consumo de este alimento tradicional.
Antes, cuando el pan de dulce en su localidad costaba menos de cinco pesos por pieza, Aura podía permitirse comprar tanto para el desayuno como para la cena. Sin embargo, los incrementos en los insumos esenciales para la panificación han cambiado esta realidad.
"Cuando costaba menos, compraba en la mañana y en la noche porque los niños tomaban pan con leche para ir a la escuela y en la noche para cenar. Ahora es diferente. Solo compro una vez. Mis hijos mayores usan su pan para cenar, y los más pequeños guardan el suyo para almorzar. Ahora mi mamá y yo ya no comemos tanto", explica Aura.
El encarecimiento no sólo del pan sino de distintos alimentos ha llevado a recortar en un 50% su consumo. Ahora es racionado, cuando antes podían permitirse comer doble pieza.
“Pues compro 4 paneles rara vez 6. Antes eran 12 al día, 6 en la mañana y 6 en la tarde entre otros productos. El queso igual está más caro, está en 32 pesos y solo me alcanza para una sentada como decimos aquí. Entonces sería solo comida digamos y en la mañana o noche pues sería otro. Y es un alimento que igual ocupa como la tortilla que te decía que es para llenarse un poco más”, explica.
La pieza de pan de dulce actualmente oscila entre los 5 y 10 pesos, pero según la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canainpa), su costo real podría ser de hasta 12 pesos, dependiendo del tipo.
El incremento del azúcar, componente esencial en la elaboración del pan, ha llevado a ajustes en los precios.
Desde finales de octubre, el precio del azúcar experimentó un aumento, lo que llevó a las panaderías a reconsiderar sus precios. Los ajustes en el pan son inevitables debido a las alzas en los precios de insumos básicos como la harina y, especialmente, el huevo.
El precio de la harina ya se encuentra en 870 pesos por bulto, el huevo, se sitúa en 930 pesos por caja, en comparación con los 860 pesos anteriores.
La situación económica, marcada por estos incrementos, ha llevado a ajustes en los hábitos alimenticios de familias evidenciando cómo las fluctuaciones en los precios impactan directamente en la vida cotidiana de la población.
