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ELM: un espacio único en el corazón de Oaxaca que forja mujeres libres

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Foto(s): Citlalli López Velázquez
Citlalli López Velázquez

Grupos de autoconciencia, arte de la desobediencia, conocimientos básicos de electricidad, así como autodefensa, han sido para cientos de alumnas, herramientas clave adquiridas en la Escuela para la Libertad de las Mujeres (ELM), un espacio único existente en el corazón de la capital de Oaxaca.

Para las egresadas como Anäa Duu, hay un antes y un después tras su paso por las aulas.  Los conocimientos y experiencias compartidas desde un enfoque feminista le ayudaron a tomar decisiones importantes en su vida y caminar sobre un nuevo rumbo.

“Yo estoy muy agradecida en haber conocido a tantas mujeres y sus testimonios, escucharlas era como mirarme, mirar incluso a mi mamá, a mi hermana. Me siento muy libre a partir de eso”, expresa.

Anäa Duu tiene 29 años, es madre autónoma con un niño y un bebé. Tomar la decisión de maternar separada de su pareja fue para ella un paso dado a partir de las reflexiones realizadas en la ELM, un paso que no se había atrevido a dar por muchos temores que fue rompiendo a lo largo de los tres meses de aprendizaje en la escuelita, como se le conoce de manera amorosa.

 

 

“El vivir muchos años con el papá de mis hijos me hizo olvidarme de mí y de mis proyectos. Tuve mucho tiempo depresión y en el momento no lo quise reconocer, eso me orilló a hacer muchas cosas. Estar en la escuelita fue como ese sostén para poder irme porque yo tenía miedo, mucho miedo de dar ese paso. La escuelita me ayudó a reconocerme a mí misma, reafirmar que tengo derechos y la capacidad de hacer todos mis proyectos a pesar de ser mamá”. 

El espacio en donde transcurren todas estas historias es un lugar modesto, pero sumamente acogedor y lleno de la energía de las mujeres. Cada rincón habla de romper estereotipos y quebrar el sistema patriarcal. Cada punto es un espacio de descargas emocionales, de lágrimas a raudales y de risas incontenibles, de contrastes y matices que se comparten sabiéndose acompañada y en confianza. Por sus pasillos resuenan las reflexiones y opiniones libres de mujeres que buscan construir su autonomía. 

“Hay algo muy reconfortante como saberse escuchada, compartir en círculos pequeños cuestiones de una intimidad muy profunda, de nuestras historias, nuestros dolores, nuestras historias. Pienso que hay muchos movimientos emocionales que ocurren cuando somos comprendidas y cuando somos acogidas, cuando nos dicen: entiendo lo que sentiste, entiendo tu dolor. Pienso que eso es un ejercicio muy valioso. Si bien muchas de las herramientas emocionales nos revalidaron, pienso que también hay que hacer un viraje para salir del victimismo”, señala Pau Moreno de 39 años de edad e integrante de la 16 generación.

Suzuky Migdalia Vázquez integrante de la 13 generación. “Entré a la escuelita siendo una mujer como encerrada en una cajita, encerrada así durante 50 años. Cuando entré a la escuelita me di cuenta que hay mucho más allá de esta cajita. Convivir con muchas mujeres me enseñó mucho. Yo entré con muchos miedos”, relata.

Ella conoció de la ELM por su hija quien entró en la décima generación. Al inicio tenía muchas dudas así que tardo en decidirse a vivir este proceso. “Aquí me di cuenta que tengo derechos como ser humano. La escuela me dio herramientas, me vio como persona, le dio voz a mis silencios y estoy en este proceso de saber quién soy. Viví muchos años haciendo lo que me dictaba la sociedad, llevando todas las cargas que se me impusieron desde que supieron que nacería mujer. Ahora estoy deconstruyéndome, desaprendiendo muchas cosas y aprendiendo otras”.

 

 

Más de 500 egresadas

A lo largo de su existencia desde el 2015, más de 500 mujeres han transitado por la ELM que fue fundada para enseñar oficios no tradicionales a mujeres por mujeres. Sin embargo, en el camino se observó que no solo era necesaria esa enseñanza técnica sino también dar otras herramientas como las emocionales, teoría, preparación física y arte como una de las formas de expresión después de toda la revisión del feminismo y la relación en el mundo.

En este año se desarrollará la 17 y 18 generación en este 2024. La primera empieza el 10 de mayo y termina el 10 de agosto y la segunda inicia el 11 de mayo y culmina del 11 de agosto.  La formación en la ELM tiene una duración de tres meses con cinco módulos: formación feminista, autoconciencia, taller técnico, autodefensa y arte de la desobediencia.

“La importancia de este proyecto es la red de apoyo que genera en las mujeres en Oaxaca además de las experiencias que se llevan. Este proyecto floreció por toda la tierra labrada que ya hay de mujeres con amplia trayectoria en la lucha antipatriarcal y feminista. Este proyecto es una flor más en el campo de la lucha de las mujeres por sus derechos”, explica Naxhielli Arreola integrante de la Ekipa de trabajo.

 

 

La ELM, agrega Nax, es un espacio abierto a la escucha a conocer mujeres diversas y distintas experiencias en las cuales se habrán de sentirse reflejadas. A través del intercambio de saberes y de vivencias podrán sentir que hay muchas mujeres que atravesaron o que enfrentan distintas situaciones de violencia.

La convocatoria para ingresar a la ELM está dirigida a mujeres de 16 años en adelante dedicadas a cualquier tipo de actividad, ya sea estudiantes, amas de casa, trabajadoras del hogar, que estén en agrupaciones sociales o entidades públicas.

La ELM es como un semillero de nuevas propuestas feministas pues en algunos casos, las egresadas emprendieron proyectos enfocados a buscar la libertad y autonomía de otras mujeres.

 

 

“Yo estoy muy agradecida en haber conocido a tantas mujeres y sus testimonios, escucharlas era como mirarme, mirar incluso a mi mamá, a mi hermana. Me siento muy libre a partir de eso”.

Anäa Duu, 29 años

 

“Hay algo muy reconfortante como saberse escuchada, compartir en círculos pequeños cuestiones de una intimidad muy profunda, de nuestras historias, nuestros dolores, nuestras historias".

Pau Moreno, 39 años

 

“Cuando entré a la escuelita me di cuenta que hay mucho más allá de esta cajita. Convivir con muchas mujeres me enseñó mucho. Yo entré con muchos miedos”.

Suzuky Migdalia Vázquez, 50 años

 

Módulos ELM

Formación Feminista:

Este módulo revisa propuestas teóricas y empíricas para mejorar las condiciones en la vida de las mujeres, generando sensibilización en torno a sus derechos, así como a la sexualidad y las diversas orientaciones sexuales, también a la búsqueda de herramientas para la erradicación de género.

Autoconciencia:

Este módulo va de la mano con la Formación Feminista. En él se realizan análisis colectivos de la vida cotidiana que ayudan a desmontar las cargas emocionales que la cultura patriarcal ha impuesto a las mujeres.

Autodefensa:

Las participantes aprenderán técnicas elementales, físicas, psicológicas y de actitud, útiles para prevenir, enfrentar y defenderse de los patrones de agresiones más frecuentes en contra de las mujeres: acoso sexual, violación, violencia doméstica, acoso callejero, entre otras.

Arte de la desobediencia:

Consiste en diversos talleres generados a partir de propuestas creativas y lúdicas que buscan desenmascarar y desmantelar la carga cultural patriarcal, sexista, violenta  y discriminatoria instaurada en las diversas expresiones y disciplinas artísticas, así como aportar herramientas como medios de expresión para la sanación, sensibilización, denuncia y la acción política en general.

Taller técnico:

Módulo a través del cual las mujeres son introducidas en conocimientos “tradicionalmente masculinos”; uso básico de herramientas, dibujo técnico, conocimiento  básico en carpintería.

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