Ante el vigésimo aniversario de su erección como diócesis, el obispo de Puerto Escondido, Florencio Armando Colín Cruz emitió un decreto para la celebración de un Año de Acción de Gracias, a fin de conceder indulgencias a los católicos.
En una circular dirigida a sacerdotes, religiosos, seminaristas y fieles, el mitrado dio a conocer que el entonces Papa Juan Pablo Segundo elevó a diócesis a Puerto Escondido, el 8 de noviembre de 2003, después de su división o desmembramiento de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca.
Expuso que la diócesis quedó instituida el 7 de enero de 2004 con la ordenación de su primer obispo, Eduardo Cirilo Carmona Ortega, sustituido por el ahora arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos y posteriormente por él, para estar al frente de esta Iglesia local.
Por esto, explicó que emitió el decreto para la celebración del Año de Acción de Gracias, entre el 7 de enero de este año al 7 de enero 2004, con la renovación de las promesas bautismales y la celebración de la eucaristía.
De esta manera, pidió a cada párroco hacer esta acción de gracia y así vivirse desde los diferentes niveles de Iglesia, para que todos los fieles puedan participar de esta alegría y gozar de las gracias regaladas por Dios.
Detalló que cada parroquia tendrá una celebración de apertura del Año de Acción de Gracias en preparación para celebrar los 20 años de erección de la Diócesis.
Demandó a sacerdotes, religiosos, seminaristas y fieles no dejar pasar desapercibido y agradecer tanto amor y misericordia que Dios ha realizado con este su amado pueblo.
Ante esto, pidió hacer oración asidua tanto personal, como comunitaria, así como estar unidas todas las comunidades parroquiales con objetivos, como el atender a los pobres y necesitados haciendo una campaña de acciones puntuales.
“Apoyen a los pobres más pobres, sé que muchos lo hacen con apoyos de diferente índole, pero también incrementando las visitas a los enfermos, ancianitos, encarcelados, etc.”, señaló.
Rogó a Dios que este Año de Acción de Gracias sea ocasión para agradecer tantos dones recibidos de la providencia infinita, valorar toda la riqueza espiritual de esta Iglesia cristo-céntrica, mariana y testimonial, y renovar el quehacer pastoral, siempre en comunión con el papa Francisco.
“Les envío de corazón mi bendición y les encomiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Señora de la Soledad, madre y señora de nuestra diócesis”, terminó.
“Apoyen a los pobres más pobres, sé que muchos lo hacen con apoyos de diferente índole, pero también incrementando las visitas a los enfermos, ancianitos, encarcelados, etc".
Florencio Armando Colín Cruz
Obispo de Puerto Escondido
