Hace un año, Rosenda se encontraba viendo sus grupos de WhatsApp cuando vio una convocatoria para adultos mayores que quisieran aprender nuevas herramientas tecnológicas, por lo que no dudó ni un minuto para inscribirse.
Rosenda Mendoza Mesinas, de 64 años de edad, se graduó como parte de la primera generación del Centro de Capacitación para Adultos Mayores (CCAM), junto con otras 26 personas que decidieron romper con su rutina y prejuicios sobre la senectud.
La hoy graduada relata que recibió talleres de capacitación en computación, por lo que aprendió a utilizar la paquetería de Office como Word, Power Point, Excel, Publisher y otras herramientas que pueden ser necesarias a la hora de conseguir un empleo.
“Tuve que empezar de cero porque debo confesar que yo era una analfabeta digital, pero con la ayuda de la profesora y los compañeros, además de mis nietos, pude aprender mucho”, confiesa.
Temor por aprender
La estudiante comparte que ella estaba consciente de que no nació en una época en la que se utilizara tecnología, por lo que fue un poco difícil el adaptarse; no obstante, pudo aprender muchas cosas.
Confiesa que en un principio tuvo temor y miedo, pero la profesora tuvo mucha paciencia, hubo compañerismo en esta primera generación, lo cual le ayudó a adaptarse y acostumbrarse a la tecnología.
Una ayuda para la edad
La adulta mayor detalla que en esta edad hay cambios de humor y de ánimos, pero con estas capacitaciones, tanto ella como sus compañeros, estuvieron entretenidos, se concentraron y nacieron las ganas de seguir preparándose.
Menciona que está muy agradecida con esta oportunidad que las autoridades municipales y la iniciativa privada le dieron a ella y a sus compañeros para ver las capacidades que tienen a pesar de la edad y que no hay un límite para seguir estudiando y capacitándose.
Familias que apoyan
Doña Rosenda comparte que cuando le platicó a su familia que iba a estudiar computación, todos los integrantes la apoyaron en su decisión, sobre todo sus nietas y nietos, quienes incluso fueron de mucha ayuda las primeras semanas.
Relata que ellos le ayudaban con algunos detalles de la computadora y también desde antes le decían cómo utilizar su celular y las aplicaciones, ya que a ella se le hacían difícil.
Por ello, afirma que esta fue una gran experiencia dentro y fuera del aula, ya que pudo acercarla más a su familia, conocer más personas y darse cuenta de las capacidades que tiene, a pesar de su edad.
Ánimos de seguir
Vestida con toga y birrete, este jueves doña Rosenda recibió su constancia de haber concluido esta capacitación en una ceremonia realizada en el Palacio Municipal de Oaxaca de Juárez.
El lanzar el birrete y toda esta actividad la emocionó tanto que confiesa que le dieron ánimos por continuar estudiando una carrera universitaria.
“Me han quedado ánimos y deseos por la convivencia, el horario, querer apurar para ir a las clases, acomodar todo en la mochila. Ahora tengo intención de seguir estudiando y tener una carrera universitaria”, señala.
Asimismo, invita a las personas adultas mayores a no desanimarse, que no piensen que porque ya son mayores ya no pueden aprender.
“Al contrario, desconocemos mucho y cada día se aprende algo”, asegura.
Para saber
26 alumnas y alumnos se graduaron.
2022, año que comenzó la primera generación del Centro de Capacitación para Adultos Mayores (CCAM) a estudiar.
64 años tiene doña Rosenda.
“Tuve que empezar de cero porque debo confesar que yo era una analfabeta digital, pero con la ayuda de la profesora y los compañeros, además de mis nietos, pude aprender mucho”.
Rosenda Mendoza
