El poder de la música y la pasión de quien ejecuta con vehemencia su instrumento, puede enamorar a quienes lo escuchan; es el caso de Brenda Camila Acevedo García, quien desde pequeña sintió el llamado musical y le pidió a sus padres que la inscribieran en alguna escuela de educación musical.
A un par de años de recibir clases de violín, pronto aprenderá a tocar el piano y otro de los instrumentos que le atrae, es el chelo.
Sabe, a sus 9 años de edad, que el camino para perfeccionar su técnica y sobresalir en esta escena es el trabajo y la disciplina. Ella combina su formación musical con la escuela primaria y además, con la práctica de deportes como el basquet y el voleibol.
-Cuéntanos cómo te interesaste en la música.
-Al principio me gustó el chelo, pero luego prefería el violín porque veía muchos videos y me sedujo el sonido.
-¿Qué sientes cuando tocas?
-Me siento feliz, pero también me dejo sentir el ánimo de la canción que esté tocando; si es rápida, me emociono; pero si es una melodía triste, me pongo algo triste, igual si es una que me relaje.
-¿Qué crees que se necesite para sobresalir en la música?
-Mucho trabajo, practicar, practicar y practicar. Para mí, cada clase es una evaluación.
-¿Qué otros instrumentos te gustaría aprender a tocar?
-El piano, porque me da mucha curiosidad saber cómo es su mecanismo y quiero aprender a dominarlo.
-¿Qué le dices a otros niños que quisieran involucrarse en las artes?
-Mi consejo para otros niños es que se esfuercen porque es mucho trabajo dedicarse a la música. Quizá el solfeo les parezca al principio difícil, pero deben estudiarlo para poder dominarlo".
-¿Cuáles son los retos que has superado con la ayuda de la música?
-El pánico escénico, los recitales son retos para mí, me pongo muy nerviosa; pero cuando toco las canciones que se me hacen difíciles y lo hago bien, me siento mucho mejor".
-¿Qué quieres ser de grande?
-Quiero ser violinista y dar recitales en todo el mundo.
Brenda Camila nació el 9 de agosto de 2008 en Oaxaca de Juárez; lleva dos años recibiendo clases de violín, cursa el cuarto año de primaria y en su carta de Reyes que dejó debajo del árbol de navidad, en un zapato, pidió una pelota de voleibol; sonríe tras mostrar la carta y tomar el violín para mostrar lo que ha aprendido.