La Secretaria de Asuntos Indígenas (SAI), Sofía Castro Ríos calificó como exageradas las cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que refieren abuso de 559 niños y niñas en albergues de Oaxaca.
A su juicio, el señalamiento está orientado a justificar la desaparición de estas instancias de atención gubernamental, bajo la óptica de que el cuidado de las y los hijos se debe hacer en casa.
“Es una exageración (las cifras de niños y niñas violentadas), tendría que probarlo yo creo que … más bien había una tesis porque querían quitar los albergues, pero si los quitamos la consecuencia sería más grave porque los niños que no tienen otra alternativa por la distancia de sus comunidades, les estaríamos quitando el derecho de prepararse”, declaró
El pasado lunes, la CNDH emitió una recomendación al gobierno de Oaxaca por la violencia física y psicológica, que vivieron 559 niñas y niños de albergues, así como por instalaciones deterioradas, y como carecer de atención y alimentación de calidad.
Lo anterior se desprende de una serie de verificaciones y entrevistas realizadas por la CNDH.
Castro Ríos, cuya instancia que dirige forma parte del Consejo Estatal de Vigilancia de Violencia contra Niñas y Niños en situación de albergue, señaló que sólo se tiene una queja que data de 2009 cuyas acusaciones no han sido probadas.
La SAI, instancia a la que llegó en diciembre de 2016 fue vinculada para seguimiento del caso.
En posteriores visitas realizadas a albergues de la entidad no se han detectado irregularidades ni anomalías como las expuesta por la CNDH, aseguró.
“Hemos dialogado con los usuarios de los albergues y no nos refieren esas situaciones”.
De acuerdo con los señalado por Castro Ríos, la queja sobre aquél albergue de la región mixe era que niñas y niños tenían relaciones de noviazgo con relaciones sexuales bajo el consentimiento de las autoridades competentes.
“Fue un señalamiento que no se pudo probar y que al no probarse está como tal y vino una recomendación para evitar que ésto ocurra”, manifestó.
Actualmente –sostuvo– los dormitorios de los albergues están separados entre hombres y mujeres. Por la noche son cuidados por personas adultas, ya sea hombre para los niños y mujer para las niñas.
A pesar de lo anterior, indicó que los señalamientos de la CNDH se hacen necesarios para efecto preventivo.
