Reconstruirse como persona, a lo largo de más de una década, es el acto de volver a sí misma que llevó a Adriana Pascual a valerse de una herramienta poderosa para tomar conciencia, la cual ha sido su compañera de aventuras: su bitácora, una suerte de diario visual. En días pasados, la artista oaxaqueña compartió con el público su exposición "Punto y Línea", una serie de siete piezas, en No nada, un espacio visual donde compartió sus collages.
En entrevista, la artista comparte que el hilo conductor de sus bitácoras es el tema del autorretrato. En este ejercicio al que recorre como un autoanálisis, logró identificar los patrones de conducta que en algún momento la llevaron a poner en riesgo su propia vida. En su estudio de sí misma logró desentrañar temas como la violencia y los machismos, que inconscientemente permitía, hasta el punto en el que decidió comenzar a poner límites.
“Vivimos en un universo particular por el sistema; como mujeres tenemos un rol y un estereotipo. Actualmente hay muchos cuestionamientos sobre ello e incluso para mí ha sido un ejercicio de ver desde dónde viene la violencia. En mi caso ha sido más interna, de algún modo hay una forma de sacar esa información por medio de las piezas y la gráfica, por medio de un objeto visual”.
En el texto que escribió Sonia Gregorio, apunta que "Punto y Línea": es un archivo vertebrado que busca su completud y resonancia en el encuentro con otras voces; las piezas fueron gestadas en la intimidad de un cuaderno que más bien parece una suerte de caja de secretos y memorias en el que conviven imágenes recuperadas de revistas, citas textuales, escritos personales, cartas e incluso el curita de un análisis de sangre pegado bajo el título del libro "Punto y Línea", sobre el plano del pintor y teórico ruso Kandinsky, inscripción con que la artista comenzó un proceso íntimo sin pretensiones de publicidad para repensar y reconstruir su ser “mujer” constreñido por paradigmas impuestos por la sociedad tales como: el cuerpo perfecto o el amor romántico.
La exposición de collage reúne pequeños fragmentos que Adriana pascual recupera como bitácora. El diario visual comenzó en el año 2010 y abarca hasta este año. Para la creadora ha sido un acto de resistencia ante el abandono y el olvido de su propio ser. Las técnicas que utiliza son el collage, el bordado y el copy art, en convivencia con materiales diversos que significan una memoria afectiva para la artista.
Con el apoyo de la galerista Lisa Mendelson, quien abrió la galería en Hidalgo 1204, en el centro de la ciudad, la muestra continuará en exhibición hasta el 25 de mayo. El público podrá ver las piezas recuperadas que, según Sonia Gregorio, en su conjunto hacen una sola.
“Son pistas del pasado que hacen huella en el presente y se proyectan hacia el futuro. Nos hablan de una memoria cosida, de una memoria susurrada, arrugada, que ha tenido que conservar esa forma para poder sobrevivir y así mismo construyen caminos entre lo público y lo privado en donde la artista descubre e invita a explorar que en ocasiones nuestra peor enemiga somos nosotras mismas, pues somos quienes colocamos etiquetas a nuestros cuerpos o permitimos que otrxs (parejas, amigxs, familiares) ejerzan actos violentos sobre nuestra persona”.
El acto de compartir
Al hablar sobre la exposición de hacer público lo privado, en el sentido de abrir su historia, Adriana Pascual admite que cuando no se habla de las reflexiones o no las comparte, de alguna manera se le está quitando a otras personas la oportunidad de ver una perspectiva particular que les pueda servir para reflexionar. En esta muestra, Adriana Pascual cierra el círculo, pone un punto final a ese ciclo de violencia e invita a decir: “decimos punto y línea a la violencia, punto y línea al silencio, punto y línea a las heridas, punto y línea para abrir una ventana y salir a la luz con las huellas del pasado pero completas”.
Conócela
Adriana Pascual (Oaxaca, 1984) es artista visual y diseñadora gráfica.
Se graduó de la licenciatura en Diseño Gráfico en 2009 y continuó sus estudios superiores en la Universidad Nacional Autónoma de México, de donde se graduó en 2013, con mención honorífica, de la maestría en artes visuales.
Gracias a ese proceso profesional ha construido un lenguaje visual, sensible y directo entre el diseño gráfico y las artes visuales.
¿Cuándo y dónde?
En curso, hasta el 25 de mayo, en Hidalgo 1204, Centro.
