La cifra de 10 mil manifestaciones que se han registrado en los últimos tres años en Oaxaca, son consideradas además de un reflejo del hartazgo social ante situaciones políticas, de violencia o económicas como un rasgo de la identidad del estado, afirmó la socióloga Josefina Aranda Bezaury.
Incluso, aseguró que se tiene registro de grupos específicos de turistas que acuden a la ciudad a atestiguar y documentar el desarrollo de las manifestaciones, sin embargo, no se puede dejar a un lado al sector de la población que padece las consecuencias de cualquier tipo de manifestación.
La sociologa enfatizó sobre la importancia de cambiar las formas de manifestarse, y retomar la presentación de propuestas de trabajo para hacer frente a los problemas que aquejan a la sociedad.
“La sociedad debería replantearse si es esta la manera de solucionar los problemas. La solución debería ser recurrir a las instituciones, pero dada la ineficacia de estas optan por volcarse a las calles para hacerse escuchar”, indicó.
Una investigación elaborada por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) subraya la importancia y reivindicación de la manifestación como estrategia efectiva que radica no sólo en un acto público que expone y exige respuesta a sus demandas, también debe hacer un llamado a la sociedad a hacer conciencia y responsabilidad moral, sobre problemas reales y graves, exponiendo las razones de su acción.