Miles de oaxaqueños ofrecen productos apócrifos con la tranquilidad que conlleva el no ser vigilados ni sancionados por el delito que cometen.
Con las fiestas del Día de Muertos, los comerciantes capilinos ya perciben la bonanza económica pues los ciudadanos son ajenos a la gravedad e impunidad que la piratería simboliza.
La comercialización de copias de fonogramas y videogramas se pueden apreciar día con día en zonas como el Mercado de Abastos y la calle de Las Casas en pleno centro de la ciudad.
Se perciben consumidores en las tiendas de disfraces, calzado, cosméticos y demás artículos adquiridos de formas irregulares.
La coloquial "piratería" abarca desde la reproducción hasta la distribución ilegal de copias no autorizadas de productos protegidos por el derecho de propiedad intelectual, además de aquellos productos que no cumplen con las disposiciones legales para ser comercializados y se encuentra regulada en la legislación federal en materia de derechos de autor y de propiedad industrial.
Quien cometa tales actos, según la ley, se convierte en acreedor de sanciones que van desde multas de veinte mil días de salario mínimo, así como clausuras temporales o permanentes de sus establecimientos, arrestos de 36 horas o hasta prisión de 3 a 10 años, sin embargo pareciese una regulación fantasma no sólo en Oaxaca, sino en el país, pues en los últimos tres años los jueces federales han emitido tan sólo 60 sentencias condenatorias por ilícitos relacionados con la piratería de películas y música.
De acuerdo con el reporte Piratería: Entendiendo el mercado sombra en México, ésta es una seria amenaza para el crecimiento de la economía, las finanzas públicas y las empresas formales que se enfrentan a la competencia desleal de estos productores.
Asimismo, el comercio de bienes falsificados está estrechamente ligado con la operación de redes globales de crimen organizado.
La piratería también representa riesgos directos a los consumidores ya que su ausencia en controles de calidad muchas veces trae consigo peligros, sobre todo en productos relacionados directamente con la salud (por ejemplo, medicinas).
En Oaxaca, el último operativo contra la piratería se realizó el 21 de junio del presente año, en el cual la policía federal, estatal, vial y elementos del ejército aseguraron 33 mil productos apócrifos en las inmediaciones de la central de abastos, periférico, mercaderes y calzada madero del municipio capitalino.
Con este último se contabilizan sólo ocho operativos en 2017 y de acuerdo con la Procuraduría General de la República son los discos compactos, dvds, cosméticos y calzado los artículos con los que más se comercia de forma irregular.
De acuerdo con el Centro de Investigación para el Desarrollo, el consumo de la piratería es una consecuencia de la debilidad del estado de derecho y el desconocimiento de las leyes por parte de los habitantes, además de tener un estrecho vínculo con la corrupción e inseguridad que se viven en México.
