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La lucha negra de Independencia en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Luis Ignacio Velásquez

El 19 de octubre del 2013, en la comunidad de Collantes, se instauró oficialmente el “Día del Pueblo Negro Afromexicano”. La elección de la fecha no fue casual, porque ese día, pero del año 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla proclamó la abolición de la esclavitud, en el contexto del inicio de la Guerra de Independencia.


Días antes, el Congreso del estado reformó la Constitución para reconocer a las personas afromexicanas como titulares de derechos específicos, después de un largo proceso de discusión y reconocimiento de su papel histórico en la entidad.


"¡Los negros de Oaxaca somos hijos de la madre África y somos mexicanos!" Fue una frase recurrente en el largo proceso legislativo, que llevó al reconocimiento de las aportaciones históricas, sociales, económicas y culturales de los afrodescendientes.



Muchas familias afrodescendientes se ubican en la zona de la Costa Chica, entre los limites con el estado de Guerrero. FOTO: Carlos Román

Trajeron miles de esclavos


La llegada de los negros a Oaxaca está directamente relacionada con la Conquista española. La población afro-oaxaqueña y afromexicana en general proviene de los esclavos negros traídos a la Nueva España a partir de 1580, para sustituir a los casi 10 millones de indígenas que murieron debido a las matanzas que realizaron los conquistadores, así como a una serie de epidemias desconocidas en el territorio nacional.


Algunos historiadores dicen que fueron unos 250 mil los esclavos negros que llegaron al país y se fueron diseminando de acuerdo a las necesidades económicas de sus amos, en las haciendas productoras de azúcar, algodón, tabaco y minas, entre otras.


Así se generó la presencia de los esclavos negros en la Costa de Oaxaca, en los límites con el estado de Guerrero, y hasta la Mixteca.


LUGARES DONDE HABÍA ESCLAVOS NEGROS

- Xamiltepec

- Tututepec

- Huaxolotitlán

- Pinotepa

- Los Cortijos

- Otros lugares de la Costa


 


El profesor Cayetano Esteva, en su libro Geografía Histórica del Estado de Oaxaca, editado en 1913, señala que en tiempo de la dominación española, Jamiltepec fue una importante región algodonera. “Muchos españoles se radicaron aquí con el objeto de cultivar el algodón, caña de azúcar, añil y tabaco y con este motivo, importaron de las costas de África, principalmente de Guinea, esclavos que compraban a buenos precios o cambiaban por efectos y joyas del país. A estos pobres colonos los esparcieron por cortijos al cuidado de sus capataces, quienes los trataban como bestias en los ingenios de caña, en los trapiches o en las salinas. Esos negros aprendieron a fuerza del látigo el cultivo de las plantas propias o de la región, y fueron los que trasmitieron sus conocimientos a los indios mixtecas, quienes después de algunos años cayeron en peor estado que el de los negros, puesto que los españoles les arrebataron sus tierras, sus aguas y sus montes, privándolos, además, de su libertad”.


Rebeldía libertaria


En estas condiciones, no es difícil imaginar que los esclavos se sumarían al movimiento libertario que encabezó el cura de Dolores, en aras de la libertad que representaba la abolición de la esclavitud.


El investigador Emmanuel Rodríguez Baca, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), precisa que los emisarios de la insurgencia llegaron a la región de la Costa Chica y el primer intento de insurrección se dio en Xicayán, a finales de 1810.


El padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla, sabía que sería difícil conseguir el apoyo de Oaxaca para lograr la Independencia, por lo que envió a José María Armenta y a Miguel López de Lima, con la finalidad de difundir la lucha insurgente en la entidad. Estos dos insurgentes llegaron al municipio costeño hoy llamado Santo Domingo Armenta, en el distrito de Jamiltepec, para invitar a los habitantes, negros en su mayoría, a que se levantaran en armas.


EL BANDO

El bando que expidió el cura Miguel Hidalgo y Costilla para abolir la esclavitud señala: "Contra los clamores de la naturaleza el vender a los hombres, quedan abolidas las leyes de la esclavitud, no solo en cuanto al tráfico y comercio que se hacía de ellos, sino también por lo relativo a las adquisiciones; de manera que conforme al plan del reciente gobierno puedan adquirir para sí, como unos individuos libres al modo que se observa en las demás clases de la república, en cuya consecuencia, supuestas las declaraciones asentadas, deberán los amos, sean americanos o europeos, darles libertad dentro del término de diez días, so la pena de muerte que por inobservancia de este artículo se les aplicará.


 


Sin embargo, fueron descubiertos, detenidos y fusilados por las autoridades de la Antequera oaxaqueña.


Después, en 1811, los españoles descubrieron otra conspiración encabezada por José Catarino Palacios y Felipe Tinoco, quienes denunciados por Bernardo Collantes al intendente José Lazo, fueron juzgados por el auditor de guerra Bernardino Bonavia.


Armenta, López, Tinoco y Palacios conspiraron en el ex convento de La Concepción, y unidos al sacerdote Ordóñez –llamado realmente Ignacio María Ordoño– elaboraron un plan de Revolución insurgente que estallaría en junio en la ciudad de Oaxaca.


El cura Ordóñez pudo defenderse, pero José Palacios se volvió loco y aún así, junto a Felipe Tinoco fue fusilado el 25 de septiembre de 1811 en la Plaza del Mercado, actualmente segunda calle de Fray Bartolomé de las Casas, a la mitad de la pared sur del edificio colonial llamado “La Casa Fuerte”.


En tanto, las autoridades realistas comenzaron a tomar las disposiciones que consideraron pertinentes para organizar las fuerzas armadas, las cuales lograron juntar en los pueblos de Xamiltepec, Tututepec, Huaxolotitlán, Pinotepa y Los Cortijos, en donde se establecieron bases de cuerpos de caballería e infantería.



Los ancestros de los afrodescendientes lucharon junto con Hidalgo, Morelos y Guerrero, por la independencia nacional. FOTO: Román Carlos

Los insurgentes esclavos


Miles de esclavos negros se enlistaron en las campañas de los ejércitos insurgentes siguiendo a sus líderes Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos y Pavón, y Vicente Guerrero Saldaña, éstos dos últimos descendientes de negros.


Pronto, el llamado libertario se extendió por los pueblos de Xamiltepec, Tututepec, Huaxolotitlán, Pinotepa y Los Cortijos, en los cuales los esclavos se distinguieron por su ferocidad y valentía.


Dentro de los oficiales españoles que operaron militarmente en la Costa Chica, se encuentra Francisco París, quien fungió como comandante de la Quinta División de Milicias de Oaxaca, y que comandó uno de los grupos más numerosos y organizados en esa región; destaca también la labor militar de José Sánchez Pareja, Francisco Rionda, Antonio Reguera, Juan Antonio Caldelas, Francisco Estévez y Luis Ortiz de Zárate, entre otros.



En el 2013, el gobierno del estado reconoció su aportación histórica, social y económica a Oaxaca. FOTO: Román Carlos

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