La acumulación de miles de toneladas de basura en las calles y domicilios debe ser una lección que mueva a la reflexión ciudadana para emprender acciones domésticas más urentes y drásticasa que lleven a la reducción de la generación de basura.
Esperanza Cárdenas Salcido y Janet García López, integrante de Sikanda, organización que desde hace ocho años está enfocada a trabajos de tipo cultural, social y ambiental al rededor del tiradero municipal ubicado en la Villa de Zaachila, señalaron que, si bien es un ejemplo para otroas estados del país la reglamentación establecida en la Ciudad de México que obliga a separar la basura, hay que ir más allá en la problemática.
“Las medidas no sólo deben consistir en lograr la separación de la basura sino en la reducción de resíduos, de reutilizar y hacer un consumo concienzudo para que lo que hoy compramos no lo desechemos en dos o tres días”, indicó Cárdenas Salcido.
Una reglamentación o legislación por sí misma no tendría éxito si no existe un trabajo de fondo que vaya directo a la conciencia de cada habitante, consideró García López.
Para las activistas, la paralización del servicio de recolección de basura por más de una semana, sirvió para que mucha gente visibilizara y reflexionara del gran problema que representa la basura y que éste es generado por uno mismo.
“Tenerla en la esquina de la casa o en la calle donde trabajamos hizo reflexionar que tanto de esa basura pudiera no estar ahí o de qué manera se puede reducir esa cantidad de desechos, además de cuánto estamos contribuyendo a esta problemática”, señaló.
De acuerdo con cálculos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), diariamente cada persona genera un kilogramo de basura al día. En la capital del estado, de acuerdo con cifras del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, diariamente son recolectadas entre 450 y 500 toneladas de basura al día.
