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Consumismo, cáncer que entierra a Oaxaca en montañas de basura; pero hay solución...

Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

Si reunieran todo el material reciclable que genera Oaxaca en un año, éste podría llenar dos veces el Estadio Azteca y ser reutilizable; sin embargo, al menos el 50 por ciento de materiales como PET, cartón, tetrapack y vidrio, es enviado a los tiraderos en forma de contaminación ambiental.


Hasta hace poco más de una década, este material era considerado basura, pues no tenía otra opción de confinamiento. Hoy en día es objeto de reciclaje, una actividad de doble valor: económico y ecológico.


En la planta Ambiental Reciclados y Soluciones Ambientales, instalada en Santa María Coyotepec, el acopio y reciclaje no se detiene. Durante la primera jornada de tres en las que se distribuye el trabajo de 24 horas, un grupo de mujeres, en su mayoría madres solteras y estudiantes, realiza labores de separado de PET entre el chasquido de los envases.




El centro de acopio y reciclado se ubica sobre la carretera principal. FOTO: Javier Jarquín

La velocidad de la banda que los transporta hacia la compactadora, convierte a las trabajadoras en hormigas: sincrónicas, veloces, coordinadas, con las manos revestidas en guantes negros para retirar el material inservible hacia otros contenedores.






Berenice Vázquez Ruiz, de 20 años de edad, trabaja en la planta desde hace poco más de un año. Bajo su óptica, la labor que desempeña no sólo le representa ingresos económicos, también contribuye al cuidado del medio ambiente. “Al consumir un refresco, ya no veo el envase como basura, sino como algo que puede ser vendido en lugar de ser contaminante”, expresa.


Acopio de PET




Compactadas, las botellas de PET son trasladadas a la planta Petstar en la Ciudad de México. FOTO: Javier Jarquín

La empresa mensualmente acopia 450 toneladas del PET generadas en las principales ciudades del estado. A nivel nacional, son 833 mil toneladas anuales, es decir, que cada persona genera 7.2 kilogramos al año, principalmente por ingesta de refrescos y agua embotellada, según estimaciones de la Asociación para Promover el Reciclaje del PET, A.C. (Aprepet).


Damayra López, directora de logística de Ambiental Reciclados y Soluciones Ambientales, explica que el reciclaje de un kilo de PET es equivalente al ahorro del consumo de luz de un foco de 100 watts encendido una hora, además de que se evitan emisiones de carbono, pues para producir 1 tonelada de plástico PET, se requieren 17 barriles de petróleo.


Aunque esta industria en México lleva más de dos décadas, fue hasta hace diez años cuando inició el reciclaje del PET en la entidad. “La gente no hacía nada con el PET, se enterraba en los basureros o se dejaba en las calles”, afirma.


A partir de su manejo, la tasa de recuperación en la capital de Oaxaca es del 50 por ciento y del 30 por ciento en el resto de los municipios. El otro 50 por ciento sigue siendo un elemento que, mezclado con la basura orgánica, representa un agente contaminante.


“Cuando nosotros compramos un refresco o agua, somos responsables del envase que se genera, deberíamos utilizarlo hasta que culmina su vida útil; pero el envase de PET lo utilizamos 5 minutos, no lo volvemos a reutilizar porque somos una sociedad consumista; lo mismo pasa con el cartón u otros materiales, no nos hacemos responsables de ello. Se nos hace fácil tirarlo y mezclarlo con la basura”.


Un proceso muy limpio




Tirando un bote de PET como desecho, convertimos dinero en basura. FOTO: Javier Jarquín

En el centro de acopio, el proceso de reciclaje inicia al llegar el camión de la basura o vehículos particulares con carga de cartón, vidrio, PET y plásticos duros. Éstos son descargados y remontados hacia distintas áreas, según su composición.


Ya clasificados, lo que le sigue es la compactación, labor que consiste en formar bloques para su traslado hacia la Ciudad de México a la planta de producción de resina grado alimenticio Petstar, la principal a nivel Latinoamérica, en donde anualmente son recuperadas 100,000 toneladas de material reciclable.


El el caso del PET, los envases primero son clasificados para retirar los que contienen colores y de manera paralela éstos caen en un contenedor que los va comprimiendo hasta formar un bloque plástico con peso entre 320 y 350 kilogramos. Este proceso requiere de aproximadamente 50 minutos.


En el caso del cartón sucede lo mismo. Las cajas son clasificadas y compactadas para formar bloques de más de 800 kilogramos


El lugar recibe el material reciclado desde un consumidor que decide ayudar a combatir el cambio climático como los pepenadores o micro emprendedores que generan sus ingresos a partir de lo que otros desechan como basura.


De basura a dinero




El reciclaje, una actividad de doble valor: el cuidado del medio ambiente y generación de ingresos. FOTO: Javier Jarquín

El aumento en el consumo de bebidas en envases de PET hizo que la industria del reciclaje proliferara, llevando a convertir la basura en dinero.


En México, el valor del mercado de reciclaje del PET supera 4,000 millones de pesos, lo cual representa 10 por ciento del valor total de la industria del plástico, según calcula la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac).


Actualmente, en México, 180 empresas atienden esta industria; muchas de ellas, como PetStar, Morphoplast y Novapet, fueron fundadas en la última década, en el boom del consumo de envases de PET en el país.


A la compra, a nivel individual, cada kilo de PET es pagado en 2.80 pesos; el de papel 2.5 pesos; plástico duro en 1.50 pesos; HDP 2.00 pesos; y Tetrapack en .50 centavos, dependiendo del valor cotizado en el mercado internacional.

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