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Amarga cosecha en Oaxaca: no habrá maíz

Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

LA GUADALUPE, La Trinidad Zaachila, Oaxaca.- Decenas de hectáreas de maíz se perderán en esta comunidad eminentemente agrícola, debido a la sequía causada por la canícula.


Si bien ha llovido en los últimos días, el agua de nada sirvió a las siembras de San Juan y San Pedro, el 24 y 25 de junio pasado, porque la alta temperatura afectó la floración de la espiga.


De hecho, en muchas plantas ni siquiera apareció el jilote, la mazorca de maíz apenas en formación.


Con esto, casi toda la milpa terminará como pastura o forraje para los animales.


“La canícula vino muy fuerte este año, hubo mucha sequedad”, afirmó don Hilario Avendaño Pérez, un campesino de 68 años de edad, quien sembró dos hectáreas.



Por la sequía, ya no creció la mata de maíz. FOTO: Mario Jiménez

Siembran, pero no cosechan


Como es una costumbre, la mayoría de campesinos sembraron conforme al calendario tradicional de siembra, esperando las lluvias del mes de julio, pero la canícula alejó el agua.


“Sembramos con mucha esperanzas, porque del campo dependemos, pero no llovió más de un mes y nos afectó bastante”, señaló.


Por la sequía de la tierra, la planta ya no llegó a espigar ni a jilotear y como consecuencia, no habrá cosecha.


“Ya no resistió la sequedad, prácticamente todo se perdió”, apuntó.


De esta manera, la milpa se destinará como alimento del ganado o para su venta, en algunos casos.


“Para pastura, no hay de otra, porque no sirve de nada”, señaló.


Con esto, los campesinos deberán de comprar maíz para el sustento familiar, aunque el dinero también escasea.



El frijol, tampoco creció. FOTO: Mario Jiménez

“Si me hubiera ido bien, habría cosechado dos toneladas; ahora tendré que comprar, porque es lo que comemos, pero dinero no hay”, indicó.


Ante ello, como don Hilario, la mayoría de los campesinos deberán de emplearse como mozos con alguien que tenga sistema de riego en la comunidad, para poder adquirir el maíz.


“Es triste, somos campesinos que sembramos maíz, pero que terminamos comprando maíz”, apuntó.


La canícula estuvo “bastante grosera”


Otro curtido campesino de 64 años de edad, don Julio Lavariega Martínez, también sufrió daños en su milpa, a causa de la canícula.


“Estuvo bastante grosera, con mucha sequedad; nos dejó de llover un mes”, asentó.


En la mayor parte de su milpa, la falta de agua afectó el desarrollo de la espiga y con esto, no hubo mazorca.


“Ya no se dio la espiga, ni siquiera jiloteó; se perdió casi todo”, agregó.



El aire tumbó las matas por la falta de agua. FOTO: Mario Jiménez 

Por la sequía de la tierra, también muchas matas terminaron en el suelo, por algunos vientos que soplaron antes de las primeras lluvias.


“El aire dobló las cañas porque no tienen agua; es triste, nos quedamos sin nada”, indicó.


Ante esta situación, el labriego también deberá de comprar maíz, porque no habrá ni para el consumo en la casa.


“Ni un grano salió para comer; antes, la cosecha nos alcanzaba para un año, ahora ni para una semana”, añadió.


Pero, tampoco existe dinero en la familia para la compra de maíz y tendrá que vender algún animal, que cría para el autoconsumo.


“No hay dinero, tendré que vender un chivo o un borrego, porque no hay otra forma para sacar algún dinerito”, apuntó.

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