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Donají ...detrás del telón

Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

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El sonido del huéhuetl y el teponaxtle viajan en el viento sobre la otrora Rotonda de las Azucenas. El humo desprendido de las antorchas van tejiendo la estela que anuncia la llegada de los guerreros de Ahuizótl para establecer una nueva población.


Así inicia Donají, una leyenda, un mito, una fábula que se entrelazan en la construcción de una historia de amor que lleva en esencia el sacrificio de la princesa “alma grande” para pactar la paz entre el pueblo mixteco y zapoteco.


Nacida hace 35 años bajo la idea del Ballet Folklórico de Oaxaca, que dirige Fernando Rosales García, Donají está constituido en uno de los espectáculos más importantes que enmarcan julio, mes de la Guelaguetza.


La leyenda de la princesa zapoteca fue concebida como un espectáculo distinto que buscaba llamar la atención y poder trascender, aunque -admite Rosales García-“jamás nos imagínamos que lo haríamos de tal manera y que tendrían tanta aceptación del público”.


Los personajes que debes conocer


Pelatzilla: madre de la princesa Donají

Cosijoeza: padre de Donají.

Tiboot: sacerdote que predice el destino fatídico de la princesa

Ahuizótl: abuelo de Donají

Nucano: príncipe del pueblo mixteco.

Donají: quinta y última hija del rey zapoteca Cosijoeza.

Pastorcillo: fue quien encontró el lirio nacido en la cabeza de Donají tras ser decapitada


 


La oportunidad -recuerda - se abrió de manera inesperada. “Hicimos muchos intentos, tocamos muchas puertas y estábamos por darnos por vencidos. Pensábamos que esta puesta en escena nunca iba a ser aceptada. De repente, dos meses antes, nos dieron luz verde. En ese corto tiempo cristalizamos Donají”.


La puesta en escena siempre estuvo pensado para su realización en la otrora Rotonda de las Azucenas, aún en contra de las críticas que auguraban un rotundo fracaso debido a que el espectáculo se presentaría por la noche del Lunes del Cerro.


En aquella primera edición, el lunes 14 de julio de 1982, los asistentes no rebasaron las 150 personas, en la octava el número se triplicó y para los siguientes años fue creciendo hasta convertir el auditorio Guelaguetza en un espacio insuficiente para albergar al público.



Fernando González García, padre de la puesta en escena Donají... La leyenda. FOTO: Emilio Morales

Tras bambalinas


Cinco meses antes de la presentación, los más de 35 bailarines comienzan con los ensayos. El trabajo es arduo, dedicado, profesional. No admite errores. Durante ese tiempo se van perfilando los danzantes que representarán a Donají y Nucano, los protagonistas de la historia.


En este año, fueron cinco las aspirantes a representar a la princesa y tres los que buscaban ser el guerrero mixteco. Para quienes logran el papel, la experiencia se convierte en el más grande honor.


Luz Janeth López Ramos representó a Donají en 1991, entonces tenía 21 años. Ahora, como madre de familia, acompaña a su hija a todos los ensayos, buscando que un día ella también pueda encarnar a la princesa.


Luz fue Donají durante cinco años consecutivos. “Haberlo hecho fue una experiencia inolvidable, porque vivir en Oaxaca y ser parte de las tradiciones, hacen momentos únicos”, señala.


En esta ocasión, Carlos Alberto Rosales García 0representará el papel de Nucano por octavo año consecutivo. Él es un entrenador deportivo de 29 años de edad y ha concursado en eventos de fisicoculturismo.


Desde que era pequeño deseó algún día representar a Nucano. Para él, interpretar este papel le ha dejado una enseñanza de fortaleza que hubo que aplicar en 2015 con el fallecimiento de su madre. “Mi mamá falleció un sábado. El domingo 19 de julio de ese año teníamos que presentarnos. Apenas unas horas después de haber enterrado a mi madre me presenté en este auditorio para darle vida a Nucano”, recuerda.



Los ensayos inician cinco meses antes de la presentación. FOTO: Emilio Morales

Karla Martínez Platas tiene 18 años y es estudiante de fisioterapia. Será el tercer año que represente a Donají. Para ella “actuar en este papel es un orgullo, porque es un personaje importante para la historia de Oaxaca”


La directora de turismo del ayuntamiento de Oaxaca, Adriana Aguilar, destacó que Donají, mas allá de un espectáculo, forma parte de la identidad misma de los oaxaqueños y es elemento emblemático que gira en torno a la Guelaguetza.


La leyenda ...


La puesta esta dividida en nueve escenas que van hilvanando la historia de amor y sacrificio.


El espectáculo abre con la llegada de los zapotecas a un nuevo territorio el cual es anunciado con el sonido del huéhuetl y el teponaxtle. La música prehispánica inunda la atmósfera al tiempo que las antorchas van abriendo paso entre la oscuridad.


A esta escena le sigue el cortejo y las bodas del rey Cozijoeza con Pelatzilla, todo enmarcado entre la danza de las doncellas y de los guerreros zapotecas.


Al nacimiento de Donají le sigue el vaticinio del sacerdote quien advierte del destino tormentoso de la princesa.


El visaje en el tiempo nos conduce posteriormente a la guerra entre ambos pueblos. Durante la batalla Nucano es herido y llevado al campamento zapoteca, en donde conoce a Donají y se enamora de ella.


Escudo de la capital



Por decreto nacional del año 1825, el Ayuntamiento Municipal utilizó la imagen de la princesa zapoteca como un símbolo de identidad.

Los elementos centrales de la princesa como su cabeza y la flor quedaron fijados en el sello del Ayuntamiento Capitalino de 1845.


 


La tragedia


Para pactar la paz, el pueblo mixteco pide la mano de Donají para el príncipe Nucano. Durante la boda Nucano le ofrece en regalo la danza de los guerreros a su bella princesa.


En otra escena entre su sueño Donají ve a su abuelo quien le aconseja huir y dejar de ser rehén de los mixtecos. Ella lo intenta y es asesinada.


Las luces vuelven a apagarse y en el escenario un pastorcillo y una doncella interpretan la danza del lirio. La leyenda cuenta que el pastorcillo que cuidaba a sus animales, en lo que hoy se conoce como el municipio de San Agustín de las Juntas, cerca del aeropuerto internacional de la ciudad de Oaxaca, encontró un lirio silvestre, flor también conocida como azucena, y en vez de cortarla solamente desde el tallo, decidió arrancarla de raíz.


Cuando cavaba pudo ver una oreja humana, después la cabeza completa, la cual se dice que se preservaba intacta y que pertenecía a la princesa Donají pues ésta tenía ricas decoraciones. El espectáculo culmina con la última danza entre Donají y Nucano.

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