Es tiempo de Guelaguetza y en nuestra ciudad hay muchos lugares por visitar. Y a tan sólo unas cuadras del corazón de la capital del estado, la calle de Jesús Carranza en el mes de julio, en vísperas de los inicios de los “Lunes del Cerro”, se llena de lo mejor del sabor de nuestro estado para ofrecernos, principalmente, unas deliciosas empanadas de amarillo, verde, flor de calabaza, champiñones, memelas, entre otros antojitos más, como toda una tradición desde 1960.
Todo inicia, como dicta la costumbre y tradición, para celebrar la fiesta de la Virgen del Carmen, pero desde hace más de 50 años, diversos negocios se unen para ofrecer a propios y extraños, un poco de la gastronomía de nuestro estado. Hoy, visitar estos negocios previo o después de admirar la Guelaguetza en el Cerro del Fortín, ya es obligatorio y toda una costumbre de Oaxaca.
Y en este recorrido que realizó el VIAJERO de PASEO, encontró de todo. En cada puesto encontrarás empanadas de amarillo, verde, flor de calabaza, champiñones, memelitas, tacos dorados, y hasta comida del istmo de Tehuantepec como las garnachas y el pollo garnachero. Así que si tienes la oportunidad, no la dejes pasar; cómete una empanada, vive nuestras tradiciones.
Toda una tradición, ir por tu empanada al Carmen Alto en julio. FOTO: Abdiel Velasco
La historia
Al parecer, estas fiestas tienen su origen en la época colonial y están relacionadas con la llamada fiesta del Corpus del Carmen Alto que se celebraba los días domingo, lunes y martes siguientes al 16 de julio y se repetía ocho días después en la llamada “octava”.
La fiesta del Carmen causaba especial alboroto, pues los vecinos del barrio se esforzaban por hacerla lo más solemne posible y organizaban “convites”, que eran procesiones mediante las cuales los vecinos recorrían las calles para anunciar la “novena” de rosarios que se rezaban los nueve días anteriores a la fecha de la fiesta; se esmeraban igualmente para organizar la “calenda”, que era otro desfile realizado dos días antes de la fecha principal, para invitar al pueblo a unirse a la festividad.
Con la aplicación de las Leyes de Reforma, los gigantes dejaron de ir al cerro, pero la gente no dejó de asistir y después de la función religiosa del lunes en la iglesia del Carmen Alto, la concurrencia, estrenando ropa, se dirigía a pie al cerro, donde se entretenían haciendo ramos con las azucenas silvestres que nacían espontáneamente por esas fechas.
Una de las más buscadas por propios y extraños: empanada de flor de calabaza con quesillo. FOTO: Abdiel Velasco
En 1878, a solicitud de los parroquianos, el gobernador Francisco Meixueiro dio permiso al barrio del Carmen Alto para organizarse, y hacer nuevamente los gigantes y bailarlos en el cerro con música ejecutada por bandas militares. La fiesta terminaba generalmente con la lluvia, que era considerada por la gente una bendición, al grado de que en lugar de molestarse porque se les arruinaba la ropa nueva, festejaban este hecho y le dieron el nombre de “remojo”.
¡Degústalas!
Calle Jesús Carranza, Centro Histórico, Oaxaca de Juárez
A cinco cuadras de la Alameda
Hasta el 31 de julio
Costos:
$10 los molotes
$15 las memelas
$25 las empanadas
+De
Con la fiesta de la Virgen del Carmen Alto, inician también las fiestas de la Guelaguetza, donde año con año, expenden antojitos típicos oaxaqueños a las afueras del tempo y ex convento del Siglo 16, el cual se prepara para recibir al turismo, pues es toda una obligación antes o después de asistir a la Guelaguetza, degustar de un antojito regional como una deliciosa empanada de amarillo, verde o flor de calabaza.
¿Sabías que?
De acuerdo con datos históricos, la máxima fiesta de los oaxaqueños forma parte de los cultos populares a la Virgen del Carmen, razón por la que la Guelaguetza o los “Lunes del Cerro”, se celebran los dos lunes más cercanos a la festividad católica de esta advocación mariana.
