19:00 horas, una enorme nuble en gris intenso cubría la explanada de Santo Domingo. Gotas de agua se empezaban a sentir. Parecía que vendría una fuerte lluvia. Sobre la banqueta del Andador Turístico frente a dicho emblemático templo, organizadores ultimaban detalles.
Preparaban las “bolsitas” de hidratación, sujetaban bien las bocinas del sonido sobre la camioneta blanca que iría adelante del contingente. La “marmota” estaba lista.
Los organizadores portaban la playera del festejo con los habituales colores en azul y negro con distintivos en blanco y, esta vez le agregaron uno en verde que da mayor vistosidad.
Fue el festejo por el tercer aniversario de los Night Runners, grupo atlético que corre los martes y jueves por las noches en rutas de la ciudad y en montañas de la capital.
Se continuaban concentrando cada vez más corredores. La preparación de las “bolsitas” de hidratación, con mayor prisa. Permanecía la amenaza de lluvia. Se entregaban números-dorsales-, que también servirían para una rifa. De igual modo, pulseras de neón.
19:45 horas y la concentración ya era masiva. El clima quiso unirse al festejo, ahora una bella luna menguante lucía en un cielo que se despejaba.
Correrían con su estilo, bajo la luz de la luna.
Unos 10 minutos del calentamiento ofrecido por una de las atletas del grupo arriba de la camioneta blanca que portaba el sonido local. Se respiraba un gran ánimo.
Joaquín Martínez daba indicaciones a través del micrófono. Unos minutos después de las ocho de la noche, la salida oficial.
Los más de 500 corredores partieron por una aventura especial, la del festejo por los tres años de existencia del grupo que fuera creado por Emmanuel Pérez, quien tuvo tal iniciativa a través de Facebook en el 2013.
Integrantes de diferentes clubs atléticos de la ciudad disfrutaron de la llamada Ruta de Barrios, que incluyó el paso por los templos de La Soledad, Catedral de Oaxaca, “las Nieves”, Jalatlaco y también el Barrio de Xochimilco.
Fueron aproximadamente ocho kilómetros de recorrido.
Atletas con lámpara en la frente iluminaban en calles oscuras, en otras, la luz pública reflejaba el rostro de los participantes pero la algarabía siempre se mantuvo con Joaquín Rodríguez al micrónofo sobre la camioneta blanca que encabezaba el contingente.
Música de diferentes géneros pero siempre con ritmo de fiesta, los acompañó en el recorrido a paso de trote. Porras para los clubs participantes.
Hubo hubo banda de música para no olvidar que se está en tierras de Guelaguetza.
A su llegada sobre Santo Domingo, que fue alrededor de las 21:30 horas, se bailó el “torito” y se partió el pastel de aniversario con la marmota con el nombre de los Night Runners.
Corredores de diferentes equipos, convivieron. Amistades que hace tiempo no coincidían se reencontraron. Se irradió felicidad, entusiasmo, camaradería, todo, por esa misma pasión que los une, correr.
Fue una fecha inolvidable, el 6 de octubre.
Y Night Runners continuará siendo un espacio de fomento del atletismo, será el pretexto para comenzar a disfrutar del ejercicio y de propiciar la formación de maratonistas o ultramaratonistas que aquí han tenido sus primeros kilómetros.
